jueves, 20 de noviembre de 2008

"Caltiki, el monstruo inmortal", de Riccardo Freda


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Caltiki, Il Mostro Immortale"/ Dirección: Riccardo Freda/ Guión: Filippo Sanjust/ Producción: Sam Schneider y Bruno Vailati/ Fotografía: Mario Bava/ Montaje: Salvatore Billitteri/ Música: Roberto Nicolosi y Roman Vlad/ Efectos Especiales: Mario Bava/ Reparto: John Merivale, Didi Perego, Gérard Herter, Daniela Rocca, Giacomo Rossi-Stuart, Daniele Vargas, Vittorio André, Nerio Bernardi, Arturo Dominici. Italia-USA, 1959. B/N. 73'

Aún sin acreditar, también Mario Bava participó en la dirección de esta película, además de encargarse de la dirección de fotografía y de los efectos especiales (ahí es nada, con la "colaboración"). Un filme absolutamente delicioso, con numerosos ingredientes que lo convierten en algo especial.

En primer lugar, porque si algo tenían de característico los grandes creadores italianos de la segunda mitad del siglo pasado era su personal y genuino estilo. Bava y Freda crearon unas formas perfectamente definidas y reconocibles, que paralela y posteriormente retomaron los Argento, Margheriti, Avati y sucesivos discípulos/imitadores.

Pero en este caso, "Caltiki" podría asociarse a la corriente del cine de ciencia ficción más prototípico facturado en los USA durante la década de los cincuenta. Aquellas obras ingenuas y netamente integradas en la serie B de gente como Robert Wise, Jack Arnold y muchos otros. Al menos, en un principio.

Sin embargo, no nos confundamos. Si vamos con la idea de que el filme de Freda entra de lleno en aquellos esquemas, sin añadir nada distinguible o propio, nos encontraremos con una sorpresa. Y de lo más agradable. Una sorpresa sobretodo en cuanto a la puesta en escena y la fotografía, ambas exquisitas y encantadoramente sugerentes.


Eso sí, el argumento no deja de ser una suma de lugares más o menos comunes de aquella clase de productos. Unos arqueólogos que investigan en unos yacimientos mayas se toparán con un descubrimiento de lo más aterrador y gelatinoso, que se les irá de las manos, sembrando el terror.

Es fácil reconocer referencias a los fungosos mundos de Lovecraft, sobretodo en la naturaleza de la criatura, que aunque presente una apariencia más o menos vulgar (podría ser perfectamente un tipo recubierto con una manta, moviéndose espasmódicamente), Freda se las ingenia para convertir todo ese aparato escénico en una suma de secuencias sugerentes y con todo su sello de pergeñador de imágenes impactantes, sacando el máximo provecho de las exóticas localizaciones, decorados y sombras, con su exquisito blanco y negro.

Y ello es así sobretodo porque Don Riccardo no se centra únicamente en el monstruo, a la hora de otorgar fuerza a los planos, como sí solían hacer la mayoría de artesanos de la Serie B estadounidense, sino que el director italiano es asimismo de lo más cuidadoso con la atmósfera y el dibujo de un clima sombrío y perturbador. Al fin y al cabo, el goticismo exacerbado de "El horrible secreto del Dr. Hichcock" no iba a tardar demasiado en llegar y "Los Vampiros" estaba reciente.

Ni un reparto artísticamente limitado, sin figuras de primer nivel, ni la mencionada vulgaridad de la trama, echan al traste el encanto de esta propuesta, tan apta para los amantes de la ciencia ficción "con monstruo" clásica, como para los fans del horror transalpino más característico.


En realidad, si somos estrictos a la hora de describir lo que "Caltiki, el monstruo inmortal" ofrece al espectador, habría que decir que se halla notoriamente más cerca de la brillante saga de Quatermass, que del cine de Bert I. Gordon o de Nathan Juran. Sobretodo por la riqueza visual. No podía ser menos, tratándose de una suma de talentos como los de Freda y Bava. Los dos auténticos Padrinos del terror italiano más excelso.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

"Perturbado", de Danny Huston


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "The Maddening"/ Dirección: Danny Huston/ Guión: Henry Slesar y Leslie Greif/ Producción: Leslie Greif/ Fotografía: Nick McLean/ Montaje: Eric L. Beason y Roberto Silvi/ Música: Peter Manning Robinson/ Efectos Especiales: Bruce E. Merlin y John Patterson/ Reparto: Burt Reynolds, Mia Sara, Angie Dickinson, Brian Wimmer, Josh Mostel, William Hickey, Kayla Buglewicz, Candace Hutson, Angela Bomford, Darrell Fetty. USA, 1995. Color. 93'

Varios años antes de ponerse a hacer el payaso/vampiro persiguiendo a Josh Hartnett por la nieve en "30 Days Night", el hijo de John Huston (los hay con suerte) y ex-marido de Virginia Madsen (pero que mucha suerte), ya había hecho sus pinitos, en este caso tras la cámara, dentro del género de terror. Y fue a través de esta obra. Un producto más propio del mercado doméstico que otra cosa, incluso más propio de una época en que los telefilmes presentaban ciertos rasgos de interés y que en mitad de los noventa ya no tenían mucha razón de ser, en medio de los más tópicos melodramas familiares que han venido arrasando desde entonces hacia aquí, dentro de ese formato.

En "Perturbado" (nefasto uso del singular en la traducción), vemos a dos viejas glorias como Burt Reynolds y Angie Dickinson convertidos en una encantadora pareja de psicópatas (¿otra de psicópatas?) que convertirán una aparentemente inocente invitación a pasar la noche a dos incautas invitadas (madre e hija) a causa del recurrente coche averiado, en algo bastante horroroso.

La madre, por cierto, es otra vieja gloria (aunque eso sí, mucho más joven que las anteriores) como Mia Sara. Una de esas actrices que tuvieron sus cinco minutos de gloria, pero al sexto desaparecieron, echando al traste una prometedora carrera que al final parece haber quedado en agua de borrajas.


El planteamiento del filme no puede ser más maniqueo, tomando de aquí y de allá elementos facilones, todos ellos pertenecientes al estilo de historias como "Psicosis" o "La matanza de Texas", aunque con la novedad de que, en este caso, los tarados de rigor no presentan una apariencia sospechosa, sino que más bien se esconden tras unas formas presuntamente normales y corrientes, dando pleno sentido a la expresión: "familia disfuncional". Así, Burt Reynolds aprovecha presencia y mirada, ciertamente poderosas e intensas, para construir su personaje, mientras que Angie Dickinson también tiene ocasión de mostrarse de lo más desatada.

Mientras tanto, Mia Sara se erige en sufridora víctima de los anteriores y tratará de escapar de su encierro involuntario de las mil y una maneras posibles. No sin antes atravesar por situaciones a cual más inquietante y comprometida.

Se trata de uno de esos casos en que el peso específico de los actores, más por su presencia que por una verdadera demostración de talento, lo es casi todo. En otras palabras, esta misma película con otras caras más desconocidas y poco sugerentes, sería un bodriete en toda regla, sin ningún interés.

En cambio, de esta forma, sin ser un producto que pase de discreto, puede ser degustado como un entretenimiento mínimamente aceptable. Un producto, a pesar de su inicio falsamente prometedor y un par de momentos de cierta lograda inquietud, en el cual no conviene depositar demasiadas expectativas, en cualquier caso.

lunes, 17 de noviembre de 2008

"Área de descanso", de John Shiban


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Rest Stop"/ Dirección y Guión: John Shiban/ Producción: James Hirsch y J. Shiban/ Fotografía: Mark Vargo/ Montaje: Richard Byard/ Música: Bear McCreary/ Dirección Artística: Ian Philips/ Reparto: Jamie Alexander, Joey Mendicino, Deanna Russo, Diane Salinger, Curtis Taylor, Joseph Lawrence, Gary Entin, Edmund Entin, Mikey Post. USA, 2006. Color. 82'

Seguramente, si hiciésemos un cómputo de las figuras más utilizadas en los últimos diez o quince años, de entre todas las pertenecientes al ámbito del terror y el fantástico en general, la de los psycho-killers ganaría por goleada. Y es que hemos asistido a un ingente número de estrenos protagonizados por esa tipología de personajes, en distintas situaciones y vertientes. De todas formas, llega un momento en que la fórmula está tan explotada que se hace verdaderamente difícil encontrar un mínimo signo de distinción.


"Área de descanso" no es la excepción a esa regla común. Se trata de un producto rutinario y que no aporta mayor novedad al esquema típico de esta clase de historias.

La protagonista es una joven que, en compañía de su novio, inicia un viaje por carretera que, por azar, la llevará al lugar que da nombre al filme. Un área de servicio en la que "ejerce" el asesino psicópata de turno, que se dedicará a acosarla y a jugar con ella de todas las formas imaginables, mientras la pobrecilla trata de escapar por todos los medios.


Lo peor que puede decirse de la peli, ya está dicho: que no pasa por ser otra cosa más allá de la enésima propuesta de este mismo estilo. Ahora bien, eso no significa que sea una película exageradamente torpe o enteramente desdeñable.

Si uno es aficionado a filmes de estas características, seguramente la puede encontrar entretenida, aunque sólo sea por comparación con la cantidad de bodrios infumables que se han hecho. Además de porque está dirigida con indudable corrección (Shiban tiene experiencia en productos relacionados con el género, como la serie "Expediente X"), "Área de descanso" presenta la peculiaridad de "picotear" en distintas fuentes, como por ejemplo las road movies de intriga tipo "El diablo sobre ruedas" (aquí tampoco vemos el rostro del asesino) o las más recientes "Desaparecida" o "Nunca juegues con extraños". Y también la inagotable cantera de las leyendas urbanas, siempre tan socorridas.

Precisamente a este último tipo de referencias obedece parte de la trama, por aquello de situar la acción en un lugar muy concreto y localizado, que viene arrastrando mala fama, amén de introducir incluso algún componente de índole sobrenatural, que a pesar del tratamiento realista del filme, otorga cierta prestancia, sin chirriar del todo, aunque tampoco sin otorgar el carácter diferencial suficiente. Por otra parte, sí hay una apreciable cantidad de sanguinolencia. Al menos en eso Shiban no es rácano, aunque al escribir el guión parezca más pendiente de conseguir dejar a la protagonista en sujetador, que en evitar los lugares comunes habituales, con deux ex machina a tutiplén y comportamientos absurdos de los personajes.


La actriz principal (Jaimie Alexander, vista en la serie "Kyle XY") no es nada del otro jueves, pero sí consigue un aprobado, a la hora de transmitir el agobio requerido por su personaje, pese a algún que otro problemilla sin demasiada importancia (hay un resbalón en un charco de sangre que no puede ser más artificioso, ni forzado). En todo caso, una evidencia más de lo justito de la propuesta que es esta película, tan inofensiva como olvidable.

sábado, 15 de noviembre de 2008

"The Man From Earth", de Richard Schenkman


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "The Man From Earth"/ Dirección: Richard Schenkman/ Guión: Jerome Bixby/ Producción: Eric D. Wilkinson y R. Schenkman/ Fotografía: Afshin Sahidi/ Montaje: Neil Grieve/ Música: Mark Hinton Stewart/ Dirección Artística: Lauren Ruggeri/ Reparto: David Lee Smith, Tony Todd, John Billingsley, Ellen Crawford, Annika Peterson, William Katt, Alexis Thorpe, Richard Riehle. USA, 2007. Color. 87'

No es el tipo de película que suelo reseñar aquí, pero no he podido resistirme. Al fin y al cabo, no deja de ser un filme de temática enteramente fantástica, pese a que su "vestimenta" sea la de prácticamente una representación teatral. Sin efectos, ni acción alguna.

Pero hablar de Jerome Bixby (autor del guión) es hablar de ciencia ficción clásica televisiva. Que no es, ni más ni menos, que lo que encontraremos en "The Man From Earth", en el fondo. El clasicismo de las grandes historias, sin necesidad de efectismos ni truculencias. Depositando toda la intención narrativa y dramática en la intensidad del texto.

Acerca del argumento, lo mejor es dar la menor cantidad de pistas posibles. Así que sólo diré que encontramos a un grupo de amigos que despiden a uno de ellos, que se traslada a vivir a otro lugar. En dicha reunión, surgirá la cuestión central de la que se ocupa el filme. Así, simplemente con palabras y diálogos entrelazados, se construye esta trama. Quienes busquen acción, mejor que se vayan a otro sitio. En cambio, quienes gusten de las buenas historias, no deberían perdérsela.

El reparto está compuesto por rostros poco conocidos (a pesar de que por ahí anda un casi irreconocible Tony Todd), lo que otorga si cabe mayor credibilidad a los personajes. Y es que uno de los rasgos esenciales que a Schenkman le interesa dejar patente y que resulta fundamental a la hora de que la historia funcione, es la verosimilitud. Esa credibilidad que los actores transmiten, así como una puesta en escena sobria y tremendamente efectiva.


Por otro lado, a pesar de que el armazón sobre el que se sustenta la acción parezca ser tan limitado, ello no es óbice para que el filme se desarrolle con gran agilidad. Y que se haga corto, incluso, pese a su duración estandard de hora y media. De nuevo, el gran "secreto" reside en la fortaleza del guión de Bixby.

"The Man From Earth", a pesar de tratarse de una obra peculiar y distinta a casi todo lo que podamos haber visto dentro del género de CF, al menos en los últimos años, tampoco es una película experimental, ni con marcados rasgos autorales. Es, sencillamente, una pieza absolutamente disfrutable y fácil de apreciar por un público ávido de los productos concebidos para hacer pensar y al mismo tiempo se quieran dejar seducir por el viejo "sentido de la maravilla" que los autores clásicos de CF tan bien sabían reflejar en sus creaciones.

Un clasicismo que no sólo encontramos en la simplicidad sin artificios de la narración, sino en la forma en que el filme desgrana su contenido sin ninguna clase de tapujo, ni de giro forzado. Todo lo que se cuenta, se hace de una manera natural y nada engañosa. Puesto que se deja enteramente a juicio del espectador el valorar la naturaleza de lo que se narra. Qué agradable es cuando en una película se trata al espectador con ese respeto, ¿verdad? Seguramente "The Man From Earth" no acabará en ninguna lista de "lo imprescindible" de la Ciencia Ficción cinematográfica, pero será inevitable recordarla con una sonrisa y con muchísimo agrado.

viernes, 14 de noviembre de 2008

"Visiones", de Andrew Fleming


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Bad Dreams"/ Dirección: Andrew Fleming/ Guión: Steven E. de Souza y A. Fleming/ Producción: Gale Anne Hurd/ Fotografía: Alexander Gruszynski/ Montaje: Jeff Freeman/ Música: Jay Fergurson/ Efectos Especiales: Roger George y Lise Romanoff/ Reparto: Jennifer Rubin, Bruce Abbott, Richard Lynch, Dean Cameron, Harris Yulin, Susan Barnes, John Scott Clough, Elizabeth Daily, Susan Ruttan, Sy Richardson. USA, 1988. Color. 84'

De Andrew Fleming sobretodo conocemos en España su película del año 1996 "Jóvenes y brujas". Un producto de carácter eminentemente juvenil, concebido para el lucimiento de la entonces musa del terror adolescente Neve Campbell, pero dotado de cierta gracia. Especialmente por presentar un argumento que escapaba un poco de los lugares comunes del género en aquel entonces (y de hecho, en la actualidad).

Pues bien, la ópera prima de Fleming, producida ocho años antes, es esta "Visiones" Un filme protagonizado por Jennifer Rubin, secundada por caras tan conocidas por aquella época como las de Bruce Abott (fresca aún "Re-Animator") o Harris Yulin (eterno secundario de esos cuyo rostro inmediatamente nos resulta familiar, pero al que nunca conseguimos poner nombre).


En esta ocasión, también la protagonista es una joven, pese a que la trama en sí no tenga nada que ver con la de la cinta aludida al principio. Se trata de la historia de una chica que, tras haber sobrevivido milagrosamente a una infausta ceremonia en el marco de una reunión sectaria, con incendio devastador incluido, se verá asaltada por las visiones a las que hace referencia el título en español ("malos sueños", sería la traducción exacta del inglés) en las que el gurú de la mencionada secta volverá de la tumba para tratar de arrastrarla a los abismos de la locura.

La acción se enmarca en un escenario tan aprovechable y socorrido, cinematográficamente hablando, como es el de un sanatorio para enfermos mentales. El personaje principal, contagiará de alguna manera sus propios fantasmas al resto de los internos, provocando toda clase de desastres. Mientras, los doctores (ahí entra en escena Bruce Abbott) intentarán poner en claro todo lo que ocurre, debatiéndose entre las causas puramente psicológicas o la naturaleza sobrenatural de los acontecimientos.

La película tiene una factura modesta, pero correcta. Los personajes están tratados de un modo superficial, como es de rigor en una obra de estas características, pero con el suficiente mimo como para hacerlos reconocibles, a ojos del espectador. Mientras, las partes más efectistas y terroríficas presentan una apariencia imaginativa.


Con todo, no hay que perder de vista que se trata de un producto bastante hijo de su tiempo y sin voluntad de perdurar mucho más allá. Es pues, una opción perfectamente legítima para todos aquellos aficionados al terror de vídeoclub de los ochenta, que no esperen más que una hora y media de entretenimiento y evasión garantizados. Al fin y al cabo, como siempre digo aquí, la media de calidad de aquellos años, estaba bastante por encima de la de ahora.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

"Il Bosco Fuori", de Gabriele Albanesi


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Il Bosco Fuori"/ Dirección y Guión: Gabriele Albanesi/ Producción: Gregory J. Rossi/ Fotografía: Giovanni Cavallini y Raoul Torressi/ Montaje: Alessandro Marinelli/ Música: Filippo Barbieri y Federico Bruno/ Efectos Especiales: Sergio Stivaletti/ Reparto: Daniela Virgilio, Daniele Grassetti, Gennaro Diana, Santa De Santis, David Pietroni, Geremia Longobardo, Cristiano Callegaro, Luigi Campi, Valter Gilardoni. Italia, 2006. Color. 85'

¡¡Ay, qué dolor!! Qué lejos quedan ya los tiempos en que el cine de terror italiano era garantía de disfrute y de goce. Y qué lejos queda, sobretodo, el tiempo en que el cine de terror italiano presentaba sus rasgos distintivos de un modo férreo e inquebrantable, hasta convertir cada producto en algo reconocible.

Ahora resulta que este tal Gabriele Albanesi, en la que es su ópera prima tras una serie de cortos, nos cuela este esperpento/bodrio con los peores tics de las americanadas huecas más anquilosadas y previsibles. Con una actriz protagonista cuyo personaje en algunos momentos no se sabe muy bien si está sufriendo o pasándoselo teta, o un villano principal con pinta de humorista de sala de fiestas cutre.

Y es que, ¿a quién le puede interesar ahora un American Gothic situado en Italia, con personajes a cual más absurdo, y sin ninguna clase de personalidad en el aspecto creativo?


Porque eso es "Il Bosco Fuori", ni más ni menos. La enésima historia de pareja de incautos que caen en las garras de una familia de bichos raros que se dedicarán a practicar con ellos toda clase de atrocidades.

Sanguinaria sí lo es. Y bastante. Al menos en ese aspecto, encontramos puntos de coincidencia con el terror transalpino más extremo, gracias a los efectos de Stivaletti. Pero lo que hace años, en manos de gente como Lamberto Bava, Deodato, Lenzi, etc. eran salvajadas simpáticas, en este caso resulta ser un subproducto rayano en lo absurdo, lo cual no es nada malo, pero sin ninguna gracia, que eso sí es grave. Insípido a más no poder.

La dirección de Albanesi es digna de un cuñado con la cámara recién comprada filmando a toda la familia en el camping. Las interpretaciones son de suspenso flagrante en cualquier escuela de interpretación. Y el guión no pasa de ser un refrito sin ninguna sustancia, a partir de los clásicos esquemas de "La última casa de la izquierda", "Las colinas tienen ojos", "La matanza de Texas" (sí, hasta tienen sierra mecánica), etc.


En suma, una factura de vídeo doméstico para esta lamentable película, que no es recomendable ni siquiera para los que gustan de la violencia gratuita e injustificada, puesto que para poder ver un par de hachazos por aquí y algunos higadillos por allá, se tienen que tragar un buen número de situaciones aburridas y carentes de interés. Así que, francamente, no compensa.

martes, 11 de noviembre de 2008

"La obsesión", de Roger Corman


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Premature Burial"/ Dirección: Roger Corman/ Guión: Charles Beaumont y Ray Russell, sobre el relato de Edgar Allan Poe/ Producción: Samuel Z. Arkoff y R. Corman/ Fotografía: Floyd Crosby/ Montaje: Ronald Sinclair/ Música: Ronald Stein/ Dirección Artística: Daniel Haller/ Reparto: Ray Milland, Hazel Court, Richard Ney, Alan Napier, Heather Angel, John Dierkes, Dick Miller, Clive Halliday, Brendan Dillon. USA, 1962. Color. 78'

De nuevo podría aplicarse, de entrada, lo mismo que en la reseña anterior, en el sentido de subrayar que la presencia de Ray Milland por sí sola, serviría para sostener la película. No obstante, aquí hay bastante más sustancia.

En primer lugar, tenemos un relato de Poe como punto de partida: "El entierro prematuro". Por otro lado, "a los mandos" del producto está nada menos que Roger Corman, lo cual siempre es garantía de máximo aprovechamiento de los ingredientes de que se dispone. Y el resultado, como no puede ser de otro modo, es francamente bueno.

Milland interpreta a un aristócrata al que persigue la sombra de la catalepsia, hasta el punto de arruinar su vida y su matrimonio con una joven y bella mujer (espléndida Hazel Court).

Con esa línea argumental, Corman elabora una cuidadosa y consistente adaptación, respetando el clima lúgubre del relato, dotando a la atmósfera y a los escenarios de toda la ambientación requerida y potenciando la narración con determinados momentos de efecto, perfectamente dosificados. Por otro lado, Milland borda su personaje dotándole de un dramatismo y de una fatalidad sencillamente insuperables.


Resulta ciertamente curioso que un cineasta como Corman, que siempre ha sido sinónimo de bajos presupuestos, sea capaz (y no sólo aquí) de trasladar tan bien a la pantalla la obra del genial escritor, hasta el punto de conseguir obras más valiosas que otros cineastas que lo han intentado con muchos más medios a su alcance. Ello habla mucho y bien de su capacidad y de su talento.

En cualquier caso, las adaptaciones de Corman sobre los relatos de Poe, siempre se caracterizan por su tremenda fuerza visual, trascendiendo el medio original y erigiéndose por encima de todo en apetecibles y disfrutables productos cinematográficos.

De cualquier modo, la habilidad del director no se limita a llevar a cabo su labor directa de forma harto eficiente, sino también a saber rodearse de un equipo artístico y técnico fiable y apropiado. En este caso, no únicamente la imponente presencia de Milland dota a "La obsesión" de esa buena factura, sino también el buen elenco de secundarios, entre los que destacan la mencionada Hazel Court o también Alan Napier, sin olvidarnos del siempre recurrente rostro del "fetiche cormaniano" (y de la serie B americana en general) Dick Miller. En el apartado técnico, mención especial para la estupenda fotografía en color de Floyd Crosby. O para el ayudante de dirección, "un tal" Francis Ford Coppola.

"La obsesión" es, así pues, un excelente bocado para los paladares que gustan del terror clásico, tanto en su vertiente literaria como cinematográfica, puesto que éste es uno de esos casos en que ambas combinan a las mil maravillas: una trama atractiva, intrigante y bien llevada, interpretaciones igualmente buenas y el regusto que deja el cine hecho con cariño, profesionalidad y respeto por el espectador.

lunes, 10 de noviembre de 2008

"Corrupción", de Robert Hartford-Davis


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Corruption"/ Dirección: Robert Hartford-Davis/ Guión: Derek Ford y Donald Ford/ Producción: Peter Newbrook/ Fotografía: Peter Newbrook/ Montaje: Don Deacon/ Música: Bill McGuffie/ Efectos Especiales: Michael Albrechtsen/ Reparto: Peter Cushing, Sue Lloyd, Noel Trevarthen, Kate O'Mara, David Lodge, Wendy Varnals, Billy Murray, Vanessa Howard, Philip Manikum, Alexandra Dane, Valerie Van Ost. Reino Unido, 1968. Color. 83'

Uno de esos casos en que el reclamo principal de una película reside en una presencia concreta, como en este caso la del siempre fiable Peter Cushing. Puesto que, ni el director posee una trayectoria especialmente importante ni celebrada, ni el propio argumento resulta en modo alguno original o novedoso.

Sin embargo, he aquí un producto agradable de ver, no demasiado conocido, y que alcanza el mínimo exigible para traducirse en una obra discreta, pero muy correcta.

En sí, la sinopsis bebe directamente de la fuente de las historias de "mad doctors" clásicas y nos puede recordar mucho a las numerosas aproximaciones que nuestro Jess Franco ha elaborado a partir de ellas. A saber: un médico e investigador provoca accidentalmente la desfiguración facial de su mujer y se verá abocado a cometer toda clase de crímenes sobre inocentes jovencitas, a fin de recabar "material" con el que poder recomponer el rostro desfigurado de su sufrida (y amargada) esposa.

En el fondo, no deja de ser una cierta actualización del mito de la Condesa Bathory (con todos los matices que se quiera) pero con claras similitudes. Se trata de "robar" la belleza de las víctimas a fin de restituir la belleza perdida de la protagonista.


Y sí, es una actualización en toda regla, puesto que uno de los rasgos más acentuados en "Corrupción" lo encontramos en su rabiosa adscripción a la época en que fue producida. Numerosos guiños al pop sesentero, con abundante presencia de hippies, jóvenes casquivanos/as y una dirección, la de Hartford-Davis, que en determinados momentos adquiere tintes quasi lisérgico-psicodélicos, con primeros planos distorsionados y ángulos de cámara igualmente forzados. Por cierto, que el director de fotografía, es asimismo productor de la cinta.

Por lo demás, aunque pueda parecer redundante, se hace necesario alabar una vez más a Peter Cushing, que con su sola presencia y llenando de vida un personaje principal tan esterotipado (sobre el papel) como el que aquí interpreta, sirve para engrandecer una obra mayormente rutinaria, pero que con dicha presencia cobra una dimensión mayor de la que merecería su valor intrínseco.

En todo caso, la narración es ágil y la "corrupción" a la que hace referencia el título, queda muy bien plasmada en su doble sentido: tanto el de la propia deformidad física del personaje femenino, como en el aspecto ético de dicho personaje y el de su pareja (Cushing) que se ven arrastrados al crimen y a la abyección moral más absoluta, en aras de conseguir a toda costa su objetivo.

Como ha quedado dicho, es una película correcta, que cumple su función de entretenimiento sin pretensiones de mucho más. Y como tal, hasta se le puede perdonar un final innecesariamente efectista y ambiguo.

domingo, 9 de noviembre de 2008

"Botched", de Kit Ryan


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Botched"/ Dirección: Kit Ryan /Guión: Derek Boyle, Eamon Friel y Raymond Friel/ Producción: Alan Balladur, Thomas Fischer, Steve Richards, Terence Ryan y Ken Tuohy/ Fotografía: Bryan Loftus/ Montaje: Jeremy Gibbs/ Música: Tom Green/ Efectos Especiales: Paul McGuinness/ Reparto: Stephen Dorff, Alan Smyth, Jaime Murray, Bronagh Gallagher, Norma Sheahan, Sean Pertwee, Jamie Foreman, Greg Jeloudov, Russell Smith, Geoff Bell, Zack Maguire. Alemania-USA-Irlanda-Reino Unido, 2007. Color. 91'

Parece que en los últimos años ha irrumpido una nueva corriente dentro del género consistente en mezclar el humor más gamberro con la sanguinolencia bruta. En realidad, la visión cómica del género, no es nueva. Pero sí lo es en cierto modo la forma de abordarlo por parte de gente como Edgar Wright y sus desternillantes y conseguidas "Shaun of the Dead" o "Hot Fuzz". Más que nada porque, además de violencia explícita y comicidad a raudales, exhibe una apreciable consistencia artística.

Kit Ryan parece haberle cogido gustillo a la fórmula y aquí utiliza esas mismas formas narrativas aceleradas y modernas, al más puro estilo Guy Ritchie, o el de las primeras obras del también británico Danny Boyle, para pergeñar esta suerte de (engañosa) trama de cine negro actual, que al cabo de unos minutos adquirirá su verdadera dimensión, que no es otra que la de una gamberrada de tomo y lomo.

Para ello se sirve de una cara conocida, como es la de Stephen Dorff. Un actor llamado hace algunos años a ocupar un puesto importante dentro del star system, pero que poco a poco ha ido quedando relegado a productos más bien discretos. Y no es que "Botched" no lo sea. En ese sentido, no se trata de ninguna excepción con respecto a lo último de Dorff que hayamos podido ver. Pero sí presenta una factura tan modesta como refrescante.


Un ladronzuelo de poca monta sale indemne de un golpe fallido y tendrá que responder de ello siendo de nuevo contratado para un encargo aparentemente sencillo en Moscú, pero que se complicará de un modo tan inesperado como terrorífico y desternillante a la vez. Así, una hipotética encerrona de la policía justo cuando creía haber concluido con éxito su misión, acompañado por compinches y rehenes, se revelará como un asedio perpetrado por dos hermanos tirando a desequilibrados, con unas irrefrenables ganas de ofrecer sacrificios rituales. El protagonista tratará de salir con vida de semejante situación, aunque estará por ver si los dos locos son el verdadero peligro, o acaso lo sean en mayor medida los propios rehenes que acompañan al hombre, a cual más peculiar e inepto.

De ese modo, lo que en un principio tiene toda la pinta de ser un thriller "ultracool" acaba deviniendo en una comedia sanguinaria con toques de slasher, dibujada con un trazo grueso a más no poder.

Es en ese punto donde, a mi juicio, el filme ofrece sus mayores carencias. Porque una cosa es presentar a personajes absurdos o caricaturescos, pero otra es dotar a las situaciones de un humorismo muy infantiloide, por momentos. Algo en lo que el mencionado al principio Edgar Wright, por ejemplo, no incurre en ninguna de sus obras aludidas, mucho más férreas y valiosas, amén de ser cinematográficamente mucho más trabajadas.

Pero tampoco hay que restarle todos los méritos a "Botched". Y es que, si lo que se pretende es disfrutar de buenas dosis de comicidad y salpicaduras gore, es un producto tan olvidable como (por otro lado) válido. No presenta el acabado de otra obra parecida en intenciones, reseñada aquí hace meses ("Hatchett"), pero sí puede ser una opción legítima para un rato de cervezas y palomitas en grupo.

sábado, 8 de noviembre de 2008

"Poder maléfico", de Ovidio G. Assonitis


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Chi sei?"/ Dirección: Ovidio G. Assonitis /Guión: Antonio Troiso, Robert Barrett y O.G. Assonitis/ Producción: Enzo Doria, Edward L. Montoro y O.G. Assonitis/ Fotografía: Roberto d'Ettore Piazzoli/ Montaje: Angelo Curi/ Música: Franco Micalizzi/ Efectos Especiales: Donn Davison y Wally Gentleman/ Reparto: Juliet Mills, Gabriele Lavia, Richard Johnson, Nino Segurini, Elizabeth Turner, Barbara Fiorini, Carla Mancini, David Colin, Jr., Vittorio Fanfoni. Italia-USA, 1974. Color. 102'

Cuando una película se convierte instantáneamente en un referente para el género, de forma inmediata empiezan a aparecer productos clónicos hasta debajo de las piedras. Seguramente el último ejemplo de esto lo podemos encontrar en "El sexto sentido", que de alguna forma supuso la última "revolución" (hasta la fecha) del cine de terror. A partir de aquélla, hemos podido toparnos con numerosísimas muestras con los mismos ingredientes, buscando captar a un público más o menos "teledirigido".

Algo similar sucedió a principios de los setenta con un filme como "El Exorcista", que a su vez engendró toda una clase de engendros (redundancia fácil, pero atinada) especialmente procedentes de países como Italia, en solitario o en co-producción, como en el caso de esta "Poder maléfico" que hoy nos ocupa, aparecida muy poco después del clásico de Friedkin.

En realidad, en el filme de Assonitis, también conocido en inglés como "Beyond the Door" o en italiano como "Chi Sei?", lo mismo se pueden encontrar no ya referencias, sino directamente calcos de la gran obra de Friedkin. Pero además, el cineasta y productor nacido en Egipto saquea sin pudor otras muestras importantes del subgénero satánico, como "La semilla del diablo", de Polanski. Hasta el punto de que si en "Poder maléfico" nos paramos a buscar aspectos enteramente genuinos, el chasco será inevitable.

Con todo, no es eso lo más grave. Lo peor es que se trata de una película desmañada y torpe. Con un prólogo que ya peca de estridente, a causa de su montaje y esa urgente necesidad de llamar la atención a toda costa, con una suma de secuencias y planos inconexos y de lo más absurdos. Pero una vez la narración va tomando cuerpo, la sensación de producto vulgar y hueco no se pierde en ningún momento.


El argumento se centra en la posesión satánica de la que es objeto una esposa y madre de familia perfectamente normal y que terminará desencadenando toda clase de fenómenos terroríficos, mientras su marido y sus dos hijos serán las víctimas más cercanas y propiciatorias de los acontecimientos, bajo la atenta mirada de un extraño que les observa continuamente.

A pesar del protagonismo de una buena actriz como Juliet Mills, que es lo único mínimamente salvable de la película, ésta cae continuamente en todos los lugares comunes habidos y por haber, con el agravante de que muchos de los pasajes terroríficos están tan pésimamente resueltos que derivan en involuntariamente cómicos. A lo cual tampoco ayudan unos efectos especiales tan escasos como cutres. De nada sirve la extensa lista de personas que participaron en el guión, puesto que algún aspecto potencialmente muy aprovechable, como la relación entre la pareja protagonista, o ese tercer personaje misterioso, daban para muchísimo más. En cambio, nada de todo ello aparece aquí bien tratado.

Indudablemente, al lado de subproductos como éste, otras muestras de la "explotación" de la seminal obra escrita por William Peter Blatty, como la también italiana "El Anticristo", casi parecen magistrales, si se la compara con "Poder maléfico". Incluso nuestra "Exorcismo" protagonizada por Paul Naschy, que era una muestra llena de modestia, pero bastante lejos de la factura tan lamentable y risible del filme de Assonitis.

viernes, 7 de noviembre de 2008

"Cello", de Woo-cheol Lee


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Chello Hongmijoo Ilga Salinsagan"/ Dirección y Guión: Woo-cheol Lee/ Reparto: Hyeon-a Seong, Da-an Park, Ho-bin Jeong, Jin Woo, Na-woon Kim. Corea del Sur, 2005. Color. 92'

Después de una buena temporada de empaparnos del cine oriental de terror de la nueva ola y tras su irrupción a nivel más mainstream ocurrida unos años atrás, resulta agradable encontrar obras como esta "Cello". Una obra que, sin escapar del todo de los defectos y los signos definitorios que, para bien o para mal, conforman este tipo de cine, ofrece un nivel aceptable, ligeramente por encima de la media.

Estamos ante una tópica historia de espíritus, en este caso coreana, protagonizada por una sensible (y traumatizada) profesora a la que sus fantasmas personales (pero muy corpóreos) no dejarán vivir tranquila. Ni a ella, ni a los que le rodean. Hasta el punto de hacerla entrar en una espiral de locura que le llevará a confundir imaginación y realidad. Todo ello causado, al parecer, por las consecuencias de un trágico suceso acaecido tiempo atrás.

Como vemos, el planteamiento no deja de ser de lo más recurrente. Pero, al menos en este caso, el filme apunta una serie de rasgos que lo hacen cuanto menos digno. Y es que, sin escapar de todos los tópicos habidos y por haber, nos muestra una serie de secuencias imaginativamente planificadas. Alguna de ellas auténticamente terrorífica. Mientras, el desarrollo consigue no hacerse repetitivo (defecto de lo más habitual en esta clase de productos) a pesar de someter en exceso la narración a la acumulación de momentos de suspense, obviando los siempre necesarios pasajes de transición.


En todo caso, esto último resulta aceptablemente justificado, a causa de la opción por parte del guión en el sentido de hacer partícipes de los acontecimientos terroríficos a la mayoría de los personajes, por mucho que nunca terminemos de saber hasta qué punto todo lo que ocurre está en la mente de la protagonista, o tan sólo una parte. Así que la trama funciona a distintos niveles.

En realidad, la virtud más evidente y destacable de "Cello" reside en el buen tono formal y en la correcta adscripción al modelo que exhibe. Sin inventar nada, cosa que en ningún momento pretende, pero sin caer tampoco en los tics más cansinos de dicho modelo. Es un ejercicio correctamente acabado, que en ningún caso puede aspirar a una buena nota, pero que consigue el aprobado sin excesiva dificultad. Al menos logra mantener el interés a lo largo de todo el metraje, sobretodo porque desde un buen principio Woo-cheol Lee (en la que es su única película hasta la fecha), deja claro cuales son sus intenciones.

Y si uno ya está cansado de revisar una y otra vez las mismas cuatro o cinco muestras del terror oriental más reciente que han conseguido llegar al gran público ("Ringu", "The Grudge", "The Eye", "Kairo"...), sin encontrar ninguna otra que no presente más carencias que aciertos, he aquí una opción válida. Que sin llegar al mismo nivel que las citadas, sí puede formar parte de una segunda división de productos modestos, en un lugar destacado.

jueves, 6 de noviembre de 2008

"Isolation", de Billy O'Brien


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Isolation"/ Dirección y Guión: Billy O'Brien/ Producción: Bertrand Faivre, Ed Guiney y Ruth Kenley-Letts/ Fotografía: Robbie Ryan/ Montaje: Justinian Buckley/ Música: Adrian Johnston/ Efectos Visuales: Rudi Holzapfel/ Reparto: Essie Davis, Sean Harris, Marcel Lures, Crispin Letts, John Lynch, Ruth Negga y Stanley Townsend. Reino Unido-Irlanda, 2005. Color. 90'

Una película curiosa por diferentes motivos. El cine de las islas británicas casi siempre se caracteriza por un buen dominio de todo aquello que convierte a las películas en obras verosímiles y creíbles. Los dramas siempre son cercanos, el sentido del humor también es muy característico. Y en este caso el terror también entra dentro de esos parámetros. Es una forma de "contar" directa y que no se pierde en artificios innecesarios y distanciadores. Siempre que, naturalmente, estemos ante obras realizadas con un mínimo de sentido e intención.

"Isolation" llama la atención en un primer término porque desde los primeros minutos, nos contagia de su verosímil puesta en escena. Un escenario rural y apartado de Irlanda, en el que unos pocos personajes asisten al anormal comportamiento de una vaca tratada biológicamente, que está a punto de parir.

Con ese peculiar punto de partida, el director y guionista Billy O'Brien plantea una narración de horror sustentada en el temor acerca de los experimentos biológicos con animales (en este caso de granja), pero lejos de abundar en la recurrente figura de los "mad doctors", tiene el acierto de contar con personajes cercanos y corrientes, que de repente se ven asaltados por lo ominoso y sanguinario de un engendro sin forma definida, que arrasa con todo a su paso. Es como si de repente a Ken Loach se le hubiesen cruzado los cables y en lugar de disertar acerca de cualquier problemática social, prefiriese sumergirse de lleno en el ámbito del horror.


Lo malo de la película es que la decidida apuesta por esa narración inmediata y sórdida, acaba jugando en su contra, porque resulta difícil que a lo largo de los noventa minutos, se mantenga el mismo nivel de interés. No hay el suficiente material narrativo como para que la consistencia apuntada en la primera media hora se mantenga hasta el final, pese al buen trabajo de O'Brien y el más que aceptable nivel de los actores.

Así, a pesar de la abundancia de sanguinolencia y el mal rollete que transmite el "bicho" en cuestión (un cacho carne con ojos, porque no es nada más que eso) llega un momento en que el espectador demanda algo más. Y ese algo, no llega.

Porque sí, el ambiente claustrofóbico de la cinta está bien conseguido. Y la propia trama, a pesar de no contarnos algo del todo nuevo, sí resulta aceptablemente llamativa, en unos tiempos en que los caminos del género parecen transitados por el mismo tipo de vehículos, a piñón fijo y desarrollo previsible en grado máximo. Y de hecho, si en lugar de un largometraje, nos hallásemos ante un corto, seguro que el regusto final sería más que positivo. No en vano, el filme ha tenido su recorrido en diversos festivales.

Con todo, lo más destacable que puede decirse de "Isolation" es que finalmente nos deja una sensación de producto serio, autoconsciente a la par que modesto, pero que no termina de cuajar. En todo caso, se agradece un planteamiento como éste, hasta cierto punto novedoso, presentado de un modo en el que la sobriedad y la falta de concesiones a lo accesorio y comercialoide constituyen una virtud. Y es que en muchos casos, es mejor pecar por defecto que por exceso.