miércoles, 3 de marzo de 2010

"Gemidos en la oscuridad", de Danny Steinmann


FICHA ARTÍSTICA:

Título original: "The Unseen"/ Dirección: Danny Steinmann/ Guión: Michael L. Grace y D. Steinmann/ Producción: Anthony B. Unger/ Fotografía: Roberto A. Quezada/ Montaje: Jonathon Braun/ Música: Michael J. Lewis/ Diseño de Producción: Dena Roth/ Efectos Especiales: Harry Woolman/ Intérpretes: Barbara Bach, Sydney Lassick, Stephen Furst, Lelia Goldoni, Karen Lamm, Douglas Barr, Lois Young, Maida Severn. USA. 1980. Color, 91'.

La etiqueta de "american gothic" ha venido sirviendo durante los últimos años para situar temáticamente una serie de filmes e historias con unos esquemas y elementos muy reconocibles, pero que al mismo tiempo han (de algún modo) pervertido el sentido original de la expresión.

Y es que, si nos hemos de ir a la utilización del término en su modo literal, pocas veces encontraremos una oportunidad como con esta película.

Mientras habitualmente el llamado "gótico americano" casi parece limitarse a describir las tramas situadas en entornos rurales, con freaks deformes que se comportan de manera desequilibrada, etc. es decir, al modo de "La matanza de Texas", para hablar claramente, la verdadera naturaleza del estilo gótico en literatura (y en cine) no es tan clara en esos filmes. Mansiones sombrías con estancias ocultas, secretos del pasado, maldiciones que perviven de generación en generación, personajes que sufren y callan...

Sin embargo, Danny Steinmann sí hace aquí un uso adecuado de dicho término en esta malsana fábula de tres chicas que llegan a una casa invitadas por su simpático propietario (a falta de un alojamiento mejor) que vive con su esquiva y enfermiza esposa... y alguien (o algo) más oculto en los sótanos.

Una idea central indudablemente atractiva, que no es rabiosamente original, pero sí parece, de algún modo, integrar los elementos más clásicos del gótico dieciochesco y decimonónico a la América contemporánea.

Lástima que tras un primer tramo casi ejemplar, narrativamente hablando, a Steinmann se le vaya un poco el invento de las manos y especialmente el tercio final de la película acabe haciéndose realmente pesado y repetitivo.

En cualquier caso, ahí queda un intento simpático y no del todo desdeñable. A resaltar, más que la pertinente "cara bonita" del momento (por aquel entonces representada por Barbara Bach), la presencia del entrañable Sydney Lassick como turbio anfitrión de las infortunadas jóvenes.

Por lo demás, "Gemidos en la oscuridad" es una película que, sin ser brillante o memorable y no destacar por nada de manera especial, sí permite un visionado agradable y bastante recomendable para los seguidores de las historias de terror de Robert Bloch o Roald Dahl. Sobretodo hoy en día, cuando no son tantas las oportunidades de ver filmes que se inscriban en ese estilo de terror tan de mediados del siglo veinte.

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