sábado, 26 de julio de 2008

"Gritos en Oldfield", de Jeff Burr


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "The Offspring"/ Dirección: Jeff Burr/ Guión: C. Courtney Joyner, Darin Scott y J. Burr/ Producción: William Burr y Darin Scott/ Fotografía: Craig Greene/ Montaje: W.O. Garrett/ Música: Jim Manzie/ Efectos Especiales: Rob Burman y Anthony Showe/ Reparto: Vincent Price, Martine Beswick, Lawrence Tierney, Rick Cox, Nicos Argentiogorgis, Susan Tyrrell, Cameron Mitchell, Clu Gulager, Megan McFarland, Terence Knox, Bob Hannah, Paul Barbieri. USA. 1987. Color. 94'

También distribuida en España como "Gritos y susurros", pero para no cofundirla con la de Bergman (con la que por otro lado, tampoco tiene mucho que ver, para qué nos vamos a engañar) y porque yo siempre la he conocido con el otro nombre, así se queda. Se trata de una de esos filmes de episodios tan característicos dentro del género, pero que posee las suficientes cualidades diferenciadoras como para hacer de él algo de indudable interés para los aficionados.

Para empezar, el siempre infalible reclamo de Vincent Price, en una de sus últimas apariciones en la gran pantalla, que aquí ejerce de conductor de las historias. Pero no se quedan ahí las caras conocidas del elenco. Puesto que en la peli podemos encontrar figuras tan destacadas como Lawrence Tierney, Clu Gulager, Cameron Mitchell... O sea que en ese aspecto, se trata de un producto ciertamente atractivo.

La base sobre la que se sustentan las narraciones está constituida por la teoría de que en la población de Oldfield persiste un carácter de maldad desde su misma fundación, tras la Guerra Civil Americana. Dicho aspecto de malignidad es, por tanto, el caldo de cultivo ideal para que se produzcan toda clase de hechos sangrientos y terroríficos, narrados por el personaje de Price, que ejerce de una especie de cronista oficial de la localidad. Se trata de un punto de partida harto interesante, que nos remite de alguna forma al horror lovecraftiano, o a posteriores aproximaciones, como las de Stephen King o Peter Straub en obras como "It", "Dragón"... en las que también los lugares revestidos de maldad trascendían las típicas casas encantadas y alcanzaban poblaciones enteras.


Pese a tratarse de un producto ochentero, para nada abunda en el estilo más popular de aquellos años: el slasher. Estamos más bien ante una serie de historias a la antigua usanza, con temas como la brujería, el vudú, los fantasmas, etc. así como aspectos tan escabrosos como la necrofilia. Un poco, todo ello, al estilo de los clásicos comic books de la EC y su ambiente pulp. No obstante, las referencias a los clásicos del género también son constantes. Desde Lovecraft o Poe hasta el gran Ambrose Bierce, cuya sombra planea especialmente en la última historia, acompañando una trama que por otro lado también remite a obras como "Los chicos del maíz" de King.

Todo ello hace que "Gritos en Oldfield" constituya una antología de episodios francamente entretenida, sin llegar nunca más allá de lo que pretende cualquier producto de sus características y autoconsciente de sus limitaciones artísticas. Pero sí está hecha con oficio y sobretodo presenta un apego entrañable a las fuentes primigenias del terror moderno, especialmente, como ha quedado dicho, en una época en que el cine de terror parecía haberse situado definitivamente en unos parámetros más rutinarios y juveniles. Es casi imposible no simpatizar con un filme así, si uno es aficionado al género.

Tras la cámara, un Jeff Burr con sólo 24 años, que seguiría fiel al género con diferentes proyectos, sobretodo secuelas como "Pumpkinhead 2" o la tercera parte de "La matanza de Texas", aunque sin llegar nunca a convertirse en un director reputado. Pese a ello, continúa dirigiendo a día de hoy, sin salirse de los márgenes del terror cinematográfico.

1 comentario:

Rey Nova dijo...

Caray esta no la he visto, y definitivamente merece verse, Vincent Price es una de las razones, la otra, las historias sobrenaturales que sin duda prometen. Saludos.