lunes, 28 de julio de 2008

"Los enigmas de Karen", de Dan Curtis


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Trilogy of Terror"/ Dirección: Dan Curtis/ Guión: William F. Nolan y Richard Matheson/ Producción: Robert Singer y Dan Curtis/ Fotografía: Paul Lohmann/ Montaje: Les Green/ Música: Bob Cobert/ Efectos Especiales: Erik Von Buelow/ Reparto: Karen Black, Robert Burton, John Karlen, George Gaynes, Jim Storm, Gregory Harrison, Kathryn Reynolds, Tracy Curtis, Orin Cannon. USA. 1975. Color. 72'

Telefilme setentero cuyos tres vértices principales son: Dan Curtis, cineasta tan adscrito al medio televisivo como al género de terror; Richard Matheson, escritor y guionista que no necesita de presentación alguna; y, por supuesto, Karen Black, intérprete principal y auténtico motor de la obra. Omnipresente a lo largo de las tres historias que conforman la antología y aprovechando sobradamente este vehículo para su lucimiento.

Es Karen Black una de esas actrices que, sin ser deslumbrantemente bella y sin poseer un talento interpretativo muy por encima de la media, sí se deja querer por la cámara. De todo ello se deduce que no haya dejado de trabajar apenas, a lo largo de los años en que ha estado en activo, pese a no haberse prodigado en exceso dentro de películas de alto nivel.

En "Los enigmas de Karen" encontramos tres episodios de terror psicológico (sobretodo los dos primeros) cuyo énfasis principal radica en el interés que transmiten las tramas pergeñadas por Matheson, más que en efectos especiales o recursos visuales llamativos. El nivel medio es aceptable, consiguiéndose un entretenimiento perfectamente válido para un producto televisivo como es éste. Naturalmente, además de la trama propiamente dicha, también destaca la presencia de la actriz, con oportunidad para desplegar diferentes registros.


Las estructuras narrativas son lineales y para nada complejas. Más bien poseen un tono teatral, por la escasez de personajes y escenarios que aparecen. Es ahí donde también se advierte la indudable influencia literaria de los guiones y del autor de los mismos.

Ahora bien, si uno de los tres capítulos que conforman la antología merece ser recordado, ése es el tercero: la pobre Karen, completamente sola en su casa, enfrentada en una sangrienta lucha a muerte contra un pequeño ídolo africano tallado en madera. Un argumento que dentro de un relato de terror suena más o menos plausible, pero que llevado a la pantalla requiere de un indudable talento (tanto en la dirección como en la interpretación) para que no resulte ridículo. Y lo cierto es que tanto Curtis como Black, lo consiguen. No cuesta imaginar el impacto que debió causar en su día (estamos hablando del año 75) en los espectadores de la época. Sobretodo el plano final (que no desvelaré), de lo más potente.

Lástima que los otros dos episodios no tengan la misma garra. De hecho, el tono es muy distinto, puesto que como ha quedado apuntado, persiguen más el efecto sorpresivo en el guión, que ninguna otra cosa. En ese sentido, es posible que se hayan quedado algo avejentados, con los años.

Con todo, esta "trilogía del terror" (atendiendo al título original) posee el encanto de los productos hechos con corrección, que no buscan romper ningún esquema, pero que sí consiguen hacer pasar un buen rato, en este caso hora y cuarto, de sano entretenimiento concebido para la pequeña pantalla.

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