miércoles, 5 de noviembre de 2008

"La noche tiene mil ojos", de John Farrow


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Night Has a Thousand Eyes"/ Dirección: John Farrow/ Guión: Barré Lyndon y Jonathan Latimer, sobre la novela de Cornell Woolrich/ Producción: Endre Bohem/ Fotografía: John F. Seitz/ Montaje: Eda Warren/ Música: Victor Young/ Dirección Artística: Franz Bachelin y Hans Dreier/ Reparto: Edward G. Robinson, Gail Russell, John Lund, Virginia Bruce, William Demarest, Richard Webb, Jerome Cowan, Onslow Stevens, John Alexander, Roman Bohnen, Luis Van Rooten, Henry Guttman, Mary Adams. USA, 1948. B/N. 81'

Del mismo modo que la novela de Cornell Woolrich que sirve como base para esta película no es una historia de terror propiamente dicha, tampoco su adaptación lo es. Pero sin embargo, no cabe ninguna duda acerca de su carácter declaradamente opresivo e inquietante. Puesto que también nos habla de oscuridades. De oscuridades interiores y de miedos a lo desconocido, a aquello de lo que no podemos escapar y que resulta mucho más terrible, por el hecho de saber que se acerca de un modo irremediable.

Y es que en muy pocas ocasiones el género negro y el terror han estado más hermanados, sin tratarse de un más o menos forzado ejercicio de estilo, o experimento artificioso de mezcla de géneros. Especialmente si hablamos del cine clásico hollywoodiense, donde todo era mucho más natural que ahora en ese sentido.

Pero claro, es que tampoco Woolrich es un autor "negro" al uso. Su capacidad para construir tramas policíacas es innegable, pero también su facilidad para impregnarlas de las más distintas tonalidades, casi siempre con un alto componente de dramatismo y atmósferas de tensión, que en ocasiones se salen mucho de los parámetros habituales del género. Sus personajes torturados, al límite, en permanente carrera contra el tiempo y/o contra sí mismos también son definitorios rasgos de su estilo.

En "La noche tiene mil ojos", es Edward G. Robinson quien encarna a uno de dichos personajes. Un individuo dotado con la "maldición" (más que el don) de adivinar el futuro, circunstancia que influirá trágicamente en su vida y en la de quienes le rodean.


John Farrow se permite alguna que otra licencia en la adaptación, de manera que, seguramente en aras de una cierta comercialidad, la historia sea más coherente con los esquemas más típicos de "buenos" y "malos". En cualquier caso, dichas licencias se me antojan compensadas por el máximo respeto hacia el tono a la vez melancólico y de constante tensión, que está omnipresente en el libro y que en la peli se refleja de manera intacta y brillante. Hasta el punto de que en ciertos momentos uno no sabe si está asistiendo a un argumento propiamente de intriga, o más bien a un melodrama casi neorrealista.

Del mismo modo, admirable es la forma en que la narración sostiene en todo momento un característico clima de fatalidad, como si se nos anticipase que, por mucho que lo deseemos, el final de la historia sólo puede ser uno. En clara consonancia con las propias implicaciones argumentales del personaje principal, en constante lucha por escapar de las visiones dramáticas que lo atosigan.

En definitiva, si bien "La noche tiene mil ojos" es muy posible que no contenga el suficiente nivel de alicientes artísticos como para convertirse en una muestra señera del género negro, (en parte a causa de sus propias vestiduras de producto híbrido y difícilmente clasificable), cosa que más parece condenarle a los abismos (en ocasiones magníficos y mucho más estimulantes, por otro lado) de la serie B, es una de esas joyas a descubrir, lo mismo que la nunca suficientemente bien ponderada obra literaria del propio Cornell Woolrich, aunque cineastas tan fundamentales como Hitchcock, Truffaut y tantos otros se "nutriesen" de ella.

1 comentario:

Igor Von Slaughterstein dijo...

Buenísima reseña. Sin duda un clásicazo olvidado debido a su rareza, pero a reivindicar.

Saludos!!