lunes, 14 de abril de 2008

"Andromedia", de Takashi Miike


FICHA TÉCNICA:

Título Original: "Andoromedia"/ Dirección: Takashi Miike/ Guión: Itaru Eda y Masa Nakamura, sobre la novela de Kozy Watanabe/ Producción: Kazuka Hamana, Takashi Hirano y Makoto Nakanishi/ Fotografía: Hideo Yamamoto/ Montaje: Yasushi Shimamura/ Efectos Visuales: Bernard Edlington/ Reparto: Hiroko Shimabukuro, Eriko Imai, Takako Uehara, Hitoe Arakaki, Kenji Harada, Ryô Karato, Christopher Doyle, Tomorowo Taguchi, Issa Hentona. Japón, 1998. Color. 109'

Que Takashi Miike es un provocador nato, todo el mundo lo sabe. O cuanto menos, se lo imagina, una vez ha asistido a varios de sus espectáculos en celuloide. Que es un todoterreno, capaz de variar tonos y formas de manera continuada, también es conocido. Sobretodo a juzgar por la cantidad ingente y diversa de filmes que ha dirigido, en un período de tiempo relativamente muy corto.

Entonces sucede que los niveles de provocación también van cambiando. Mientras unas veces se sirve de la violencia más extrema, en otras ocasiones usa de argumentos retorcidos y enfermizos, éticamente cuestionables. Y el sexo, claro. O todo a la vez!!

Sin embargo, mira tú por dónde, en esta ocasión me ha pillado descolocado. Y es que, cómo imaginar que al traviesillo cineasta japonés se le ocurriría provocar al más acérrimo de sus seguidores con una historia tan terriblemente sentimentaloide como esta "Andromedia". Si eso no es otra provocación en toda regla, que me lo explique.

Siguiendo el tono entre frío y melancólico de obras de Ciencia Ficción más o menos recientes, como "Gattaca", "Código 46" y similares, Miike nos introduce en una historia hecha por y para adolescentes, sin ningún tipo de rubor. En alguna de sus películas primerizas ya existía un cierto regusto de melancolía, aún en mitad de tramas violentas o pretendidamente "duras". Pero aquí encontramos azúcar desde el primer hasta el último fotograma.

El argumento es simple: una adolescente muere en un atropello y su padre, sirviéndose de una tecnología punta y secreta, la revive de manera virtual. A partir de ahí, organizaciones ultrasecretas comandadas por una especie de Morrissey americano con bermudas muy hortera (interpretado nada menos que por el gran director de fotografía Christopher Doyle), entran en acción; los amigos de la chica (en especial su novio) tratarán de protegerla a toda costa y el espectador no parará de mirar el reloj y pellizcarse cada cinco minutos para tratar de saber dónde termina la broma y empieza la "verdadera" película de Miike. Lamentablemente, no hay "verdadera" película. Eso es "Andromedia". Un cuento de ciencia ficción terriblemente ingenuo y kitsch, que podría ser un relato de dos páginas en la revista Super Pop (o como quiera se llame la revista Super Pop en Japón).


Ahora bien, ¿todo en la película es desechable? Pues no. Porque en mitad de semejante sarta de despropósitos, (entre los que se incluye un vídeoclip protagonizado por una versión japonesa de uno cualquiera de esos grupitos fabricados en serie de niñatos vestidos con chándal, que ponen a los fans histéricos y a los que no son fans, más histéricos todavía), encontramos alguna que otra secuencia muy válida, como los flashbacks con la pandilla de chavales en la playa, llenos de una belleza muy "kitanesca". O la propia relación entre el protagonista y su virtual/difunta novia, que todo sea dicho, te acaba tocando un pelín la fibra.

En cualquier caso, la sensación que te queda cuando terminas de ver "Andromedia", tras un desenlace insoportablemente alargado, por cierto, es la de que Miike se ha estado cachondeando de ti durante casi dos horas. Un cachondeo amistoso, si se quiere. Pero cachondeo al fin y al cabo. Sin que eso sea obstáculo para que, como película juvenil de género, funcione razonablemente bien. Desde luego, mejor que otras que nos llegan fundamentalmente desde los USA, como "Jumper", "El efecto mariposa" y soplagaiteces similares, de inmejorable cartel entre los seres humanos salpicados de acné.

Con lo cual, a mí que no me digan que la peli más incómoda y provocadora de este señor es "Visitor Q", o "Ichi, the Killer", o "Audition". No señores, no. Lo más intensamente provocador que ha hecho Miike hasta la fecha, al menos que yo haya visto, es "Andromedia". Y la he aguantado hasta el final, como un campeón. No creo que todos puedan decir lo mismo. Especialmente, los seguidores más curtidos del director, que seguro que a los diez minutos de empezada, ya se han ido al baño a vomitar.

3 comentarios:

cerebrin dijo...

Todo un caso el del amigo Miike, y es que, como dices en tu reseña a posta de esta película, en su cine, o yo al menos, nunca se cuando va en serio, o cuando se esta cachondeando del espectador, pero el caso es en que todas las películas de él que he visto, que no creo que llegue ni al 10%, he echado en falta siempre un toque de mesura que pusiera orden en tanto caos mental.

Tyla dijo...

Ah... pero si no hubiese desmesura, entonces ya no sería Miike. Es lo que pasa con los cineastas-autores. Si les quitas uno de sus rasgos distintivos, pierden personalidad.

cerebrin dijo...

Pues así, nunca conseguira que una película suya me acabe convenciendo, eah. Él se lo pierde... o yo. :P

A ver si me veo su "Django", que le tengo unas ganas... por que lo que he visto, me parece estéticamente apabullante. Solo espero que narrativamente no se le vaya mucho la pinza. Ya se que es pedir mucho, pero...