"House II, aún más alucinante", de Ethan Wiley

FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "House II, The Second Story"/ Dirección y Guión: Ethan Wiley/ Producción: Sean S. Cunningham/ Fotografía: Mac Ahlberg/ Montaje: Martin Nicholson/ Música: Harry Manfredini/ Efectos Especiales: Mark Sullivan/ Reparto: Arye Cross, Jonathan Stark, Royal Dano, Bill Maher, Lar Park-Lincoln, John Ratzenberger, Amy Yasbeck, Gregory Walcott, Dwier Brown, Lenora May, Devin DeVasquez, Jayne Modean. USA, 1987. Color. 85'

Pues sí, la verdad es que viéndola se queda uno bastante alucinado. Sobretodo si lo que espera es una historia terrorífica. Porque la secuela de "House" es bastantes cosas, pero terrorífica, lo que se dice terrorífica... pues más bien no. Lo cual no deja de resultar curioso, si nos atenemos a los primeros compases del filme, que sí parecen presagiar una trama con todos los ingredientes habituales del género de terror.

Sin embargo, una vez finiquitado el prólogo, sí encontramos los primeros atisbos de comicidad. Atisbos que se irán haciendo cada vez más consistentes hasta desembocar en una comedia pura y dura. Comedia de fantasía, pero comedia al fin y al cabo. En la cual, por cierto, la casa en cuestión interviene más bien poco.

La casa, de hecho, es más un punto de partida que otra cosa. En ella tiene lugar el arranque de la trama, que gira en torno al hallazgo de una calavera mágica procedente de tierras andinas (Indiana Jones, copión!!) y a la rivalidad entre dos exploradores, el tataranieto de uno de los cuales será el actual propietario de la edificación. A partir de ahí, toda clase de peripecias aventureras y fantasiosas, con criaturas prehistóricas y fantásticas para dar colorido al asunto.

En realidad, no tendría que sonar del todo raro que la comedia pura y dura fuese el género al cual la película se adscribe con mayor facilidad, teniendo en cuenta que en la primera "House" también había un componente cómico muy acentuado. Lo que ocurre es que mientras en aquélla el humor era un contrapunto ocasional a alguna de las situaciones, en ésta es lo que más predomina.


Total, que una vez establecido el carácter de fantasía cómica, lo que queda es analizar si se trata de una obra mínimamente atractiva. Y lo cierto es que no. El humorismo que desprende esta "House II", visto veintitantos años después, se antoja muy avejentado. Incluso como producto juvenil, (que al fin y al cabo, es el verdadero carácter de la peli).

Al menos se agradece que Chris Walas, autor de los efectos especiales del filme, trabaje al modo artesanal y sus criaturas tengan todo el aspecto de ser "hijas" del entrañable Ray Harryhausen. Con ello, se hace más difícil ser duro con la película. O la presencia de John Ratzeberger, el (de nuevo) entrañable cartero de "Cheers", en una aparición que viene a ser un guiño con respecto a la primera peli de la saga, en la cual también hacía acto de aparición George Wendt.

Ethan Wiley, guionista y director en esta ocasión (en la original sólo ejercía de lo primero) se muestra como un cineasta justito, para un producto que tampoco tiene más trascendencia que la que cabe atribuír a una obra que en su momento pudo haber resultado un entretenimiento tan tópico como fugaz, pero que vista hoy en día, presenta un acabado que la hace parecer antediluviana, incluso comparándola con filmes de décadas anteriores.