jueves, 7 de agosto de 2008

"They Wait", de Ernie Barbarash


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "They Wait"/ Dirección: Ernie Barbarash/ Guión: Trevor Markwart, Carl Bessai y Doug Taylor/ Producción: Diane Boehme y Uwe Boll/ Fotografía: Gregory Middleton/ Montaje: Lisa Robison/ Música: Hal Beckett/ Efectos Especiales: Jak Osmond/ Reparto: Jamie King, Terry Chen, Pei-Pei Cheng, Henry O, Regan Oey, Colin Foo, Chang Tseng, Michael Biehn, Vicky Huang, Suzanne Bastien. Canadá. 2007. Color. 85'

Ellos esperan, ellos esperan... esperan a ver si cuela. Pero no. No cuela. Es la enésima historia de fantasmas de tintes orientales, con todos los tics habituales en forma de sustos gratuitos y los tópicos argumentales de siempre. No obstante y a pesar de ello, se trata de una peli correcta y disfrutable si uno es más o menos aficionado a estos productos.

Todo comienza cuando una pareja formada por chica occidental y chico oriental, acompañados de su pequeño hijo, todos ellos viviendo en Shangai, viajan con motivo de los funerales del anciano tío del marido. A partir de ese momento, irrumpirán los viejos fantasmas que quedaron impregnados en la antigua fábrica familiar, ya en desuso. La víctima principal de las iras espectrales será el pequeñajo, al cual tendrá que salvar su madre, protagonizando un trasunto de descenso a los infiernos, o cuanto menos, al plano espiritual donde permanecen las almas en pena, hambrientas de venganza y de justicia.

Como se puede ver, nada nuevo bajo el sol. Empezando por el papel de la madre, persiguiendo salvar a su hijo de las fuerzas de la oscuridad, como ya vimos hace tiempo en "Ringu". Por citar un rasgo novedoso, resulta atractivo el retrato de la hermética sociedad china, con toda la carga de tradiciones ancestrales y misteriosas, así como el choque generacional de la familia protagonista radicada en Shangai, en contraposición a los miembros más ancianos y conservadores del clan paterno.


Una puesta en escena convenientemente colorista y barroca, pero sin pasarse, por parte del especialista en secuelas de bajo nivel Ernie Barbarash ("Cube Zero", "Stir of Echoes 2"...) acompañado de alguna cara conocida, como la de Jamie King, actriz que próximamente va a estar bastante presente en el panorama cinematográfico más comercial, gracias a producciones importantes como "Sin City 2" o "The Spirit" (vamos, que por lo visto a Frank Miller le ha gustado, la chica). Y también anda por ahí el veterano Henry O. conocido en España por protagonizar la multipremiada "Mil años de oraciones", de Wayne Wang. Sin olvidar un (casi) cameo por parte del desaparecidísimo Michael Biehn.

La película de Barbarash presenta un tono modesto y un ritmo adecuado, no haciéndose aburrida en ningún momento. Así que del mismo modo que puede achacársele una gran previsibilidad, lo que no puede discutirse es su correcto acabado. Incluso podemos añadir en su haber un susto determinado de considerables proporciones, de aquellos que uno recuerda una vez ha terminado el filme, por lo efectivo e inesperado.

Puede decirse que se trata de una obra con posibilidades de ser apreciada con cierto deleite, si uno no está demasiado familiarizado con el terror oriental de los últimos tiempos, a modo de cómoda introducción, o si uno está muy metido, pero últimamente se había apartado de él, para desintoxicarse un poco. Todo ello gracias a su tonalidad ligera y simple. Eso sí, precisamente por ese carácter rutinario, en ningún caso merece entrar en la categoría de obras tan estimables como "Ringu", "Dark Water", "Audition" o "Dos hermanas".

Lo cierto es que toda esta retahíla de filmes como "They Wait", tirando a justitos, difícilmente habrían llegado a existir, sin el hueco abierto por las anteriormente citadas grandes obras. Es lo que ocurre cuando se abren nuevos caminos que antes no parecían existir: que por ellos se cuela cualquier cosa. Todo ello matizando de nuevo que no estamos hablando de un filme desdeñable. Filme que, dicho sea de paso, es de origen canadiense, pese a los escenarios y tipología de situaciones y personajes que presenta. Echando un vistazo a los créditos, por ahí encontramos al ínclito Uwe Boll (alarido de espanto, para un tópico susto final, cuando parecía que la reseña ya había terminado).

2 comentarios:

Igor Von Slaughterstein dijo...

Arrgghh!! Que pesadez ya de terror oriental. ¿No se dan cuenta en Hollywood que eso esta ya pasadísimo?

Además de que tampoco me parece que fuera una innovación tan grande en su momento. Lo único que hicieron fue tomar la atmósfera de los grandes films americanos de terror clásico -"Al Final de la Escalera", "La Semilla del Diablo" y similares- y meter esos fantasmas peludos a lo M.R. James. Por lo demás no veo el mérito de este movimiento, a pesar de que sí, han aparecido algunas películas muy buenas dentro de esta moda.

Saludos!!

Tyla dijo...

Tienes mucha razón. Los esquemas argumentales sieeempre son los mismos y parten de la clásica estructura del cuento de fantasmas de toda la vida.

Y en honor a la verdad, si de lo que se trata es de ver cómo los japoneses (por ejemplo) cuentan este tipo de historias, te coges "Kwaidan" (que es una preciosidad) y casi no te hace falta ver ninguna más.