lunes, 4 de enero de 2010

"Pandorum", de Christian Alvart


FICHA ARTÍSTICA:
Director: Christian Alvart/ Producción: Paul W.S. Anderson, J. Bolt, R. Kulzer y Martin M./ Guión: Travis Milloy y C. Alvart/ Fotografía: Wendigo Von Schultzendorff/ Montaje: P. Stahl y Y. Valdez/ Música: Michl Britsch/ Diseño de Producción: Richard Bridgland/ Efectos Especiales: Gerd Feuchter/ Reparto: Dennis Quaid, Ben Foster, Cam Gigandet, Antje Traue, Cung Le, Eddie Rouse, Norman Reedus, André Hennicke, Friederike Kempter, Niels Bruno-Schmidt. USA-Alemania. 2009. Color. 108'

Aquí tenemos la penúltima (porque supongo que a estas horas habrá siete u ocho en marcha parecidas) muestra de CF y terror con mucha acción y adrenalina. O lo que es lo mismo, la enésima reencarnación de las "Resident Evil", "Doom", "Silent Hill" y demás.

En este caso, se trata de una coproducción entre los USA y Alemania, dirigida por un natural de este último país y protagonizada por, entre otros, Dennis Quaid. Un actor que, mientras años atrás era garantía de cierta calidad o al menos, de un mínimo interés, ahora es más bien lo contrario.

En "Pandorum", desde luego, no veremos al Quaid de las mejores épocas. Eso sí, da la sensación de haber sido un rodaje bastante descansado para él, porque mientras el resto de personajes se pasan la película corriendo de un lado para otro, él se está quietecito en su puesto de mando, tan sólo apareciendo en momentos aislados para justificar el sueldo, se supone, (porque su personaje podría haber sido interpretado por un vendedor de enciclopedias y tampoco hubiese pasado nada).


Argumento, argumento... psé... algo hay. Un joven se despierta tras un período prolongado de sueño en el seno de una inmensa nave que busca establecer nuevas colonias de vida en un alejado planeta, dado que en la Tierra la cosa ya está un poco peluda. A medida que recorre las diferentes estancias de la nave, se irá dando cuenta de que por ahí sueltos andan unos bichos de poco fiar.

Bichos que Christian Alvart se empeña en escondernos durante buena parte del metraje, seguramente porque no se distinguen por un carisma digamos, espectacular. Son el típico híbrido entre zombies-aliens-punkis hipervitaminados de siempre. Por supuesto, no nos libraremos de los sustitos idiotas de rigor, ni de la cámara mareante, aunque en este caso se comprenda (hasta cierto punto) porque el director de fotografía se llama Wendigo, nada menos. Lógico es, no le vas a pedir un pulso firme a un tipo que "camina-sobre-el-viento".

Coñas aparte, se puede justificar mucho en base a las pretensiones de Serie B, no digo que no. Pero esa etiqueta tampoco tiene por qué dar carta blanca para hacernos tragar cualquier cosa y sentirnos obligados a disfrutar.

A mí "Pandorum" me ha parecido el enésimo artefacto palomitero con el que terminas disfrutando más de las propias palomitas que del artefacto en sí. Digamos que no sería partidario de prohibir su visionado, pero tampoco me atrevería a recomendarla así como así. Por compararla con otro filme de similares intenciones y también con la presencia de Paul W.S. Anderson (aquí ejerce de productor) uno se queda cien mil veces antes con la modestia de "Horizonte final", por ejemplo.


Lo que tiene delito, es que en pleno 2009 el género fantástico pretenda estamparnos en la cara el mismo esquema que los italianos "descubrieron" hace treinta años, revistiéndolo encima de modernidad y tal (además de tenerse que gastar mucha más pasta). Pues no, señores. Se basen en videojuegos o no se basen en videojuegos, estas películas nacen cansinas y agotadas, por lo repetitivas que resultan a los diez minutos de empezar a verlas. Por lo menos en los videojuegos uno toma parte activa de la acción.

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