martes, 20 de enero de 2009

"Las lágrimas de Jennifer", de Giuliano Carmineo


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Perché Quelle Strane Gocce Di Sangue Sul Il Corpo Di Jennifer?"/ Dirección: Giuliano Carmineo/ Guión: Ernesto Gastaldi/ Producción: Luciano Martino/ Fotografía: Stelvio Massi/ Montaje: Eugenio Alabiso/ Música: Bruno Nicolai/ Reparto: Edwige Fenech, George Hilton, Annabella Incontrera, Paola Quattrini, Giampero Albertini, Franco Agostini, Oreste Lionello, Ben Carra, Carla Brait, Gianni Pulone, Carla Mancini, George Rigaud. Italia, 1972. Color. 91'

Giallo tan aferrado a su propia etiqueta que resulta ocioso tanto recomendarlo a los más acérrimos del género, como exhortar a sus detractores a que se mantengan alejados de él.

Y es que la película de Carmineo, (aquí "anglofilizado" como Anthony Ascott) es una muestra de manual, dentro del movimiento que inaugurase a finales de los sesenta Bava y del cual Argento se convirtiese en el principal valedor. Del mismo modo, no puede hablarse de un ejemplo destacado dentro del mismo. Sobretodo por su similitud casi mimética con multitud de ellos, tanto en cuanto a trama como en cuanto a puesta en escena y narración.

Como casi siempre, la protagonista es una mujer, en este caso la recurrente Edwige Fenech (esa especie de Adriana Vega a la italiana) actriz aficionada a despelotarse a la más mínima ocasión y que fue, sin duda, musa para muchos de los cineastas adscritos al giallo, como Martino o el propio Bava. Le acompaña el no menos habitual George Hilton.

La protagonista asiste al acoso de un misterioso asesino que se sirve, como "centro de operaciones" para sus crímenes, de un edificio de apartamentos perfectamente normal y por completo alejado de cualquier asomo de goticismo.


Podría decirse que la inmersión de la acción dentro de la gran ciudad, con todos sus signos de cotidianidad y de modernidad, es uno de los pocos aspectos más o menos destacables de la película, pese a que uno de los rasgos distintivos del giallo en aquellos años era precisamente ese alejamiento de lo rural hacia los entornos urbanos. Y precisamente por eso, resulta hasta cierto punto chocante el carácter indudablemente gótico de alguno de los personajes (esa madre con su hijo desfigurado al que guarda oculto en el piso). En ese sentido, se trata de una apuesta decididamente curiosa.

Por lo demás, encontramos los habituales tics en la fotografía de la época, con zooms trepidantes a mansalva, planos esquinados y forzados y, en definitiva, una narración que en algunos momentos se torna en exceso cansina, por la falta de novedades dentro de la trama, en espera del previsible (o no) desenlace. Desenlace que, naturalmente, buscará sorprender con la identidad del asesino como mayor punto de interés.

Como vemos, se trata de un giallo tópico para lo bueno y para lo malo. Por no faltar, ni siquiera faltan el habitual policía socarrón y su ayudante, contrapuntos chistosos a la intriga criminal.

Seguramente, en manos de un cineasta más dotado para lo visual y en general para las atmósferas, como Martino o Ercoli, el guión del especialista Ernesto Gastaldi ("Torso", "La muerte acaricia a medianoche", "El hombre sin memoria"...) podría haber hallado una mayor resonancia a nivel de resultados artísticos. En todo caso, ahí queda la película, como un ejemplo perfectamente válido dentro del estilo, ya desde su "kilométrico" título, aunque ningún rasgo en especial le haga sobrepasar el carácter de prescindible.

4 comentarios:

Abuelo Igor dijo...

¿Carmineo no fue el director de la mítica "Ratman" con el diminuto (y difunto) Nelson de la Rosa? O sea, que hablamos de un hombre con una carrera ilustre... :)

Por otro lado, un pequeño inciso. Para las personas a quienes nos gusta el cine italiano de subgéneros, "giallo" es todo lo que tú dices: planos rebuscados, colorines saturados, toques oníricos y de erotismo, violencia explícita, final sorpresivo y tramposo, etc. Pero en mis clases de italiano aprendí que, para los italianos, "giallo" es cualquier historia policíaca con asesinatos y misterio, sin necesidad de "tics" setenteros ni proximidad al terror. Decir "giallo" es casi como decir "serie negra", pero más general todavía.

Lo mismo pasa en Alemania con el "Krimi", término que los de fuera asociamos a aquellas entrañables pelis de los 60 dirigidas por Harald Reinl y compañía, pero que en realidad es aplicable a cualquier argumento de crimen y suspense.

cerebrin dijo...

Si que Carmineo es el director de "El hombre rata" entre otras perlas.

Y si, por lo que tengo entendido, en italia el término giallo se utiliza para nombrar a cualquier película de suspense.

Tyla dijo...

Es que además, hay pelis que mezclan atmósferas terroríficas muy acusadas, con un trama policíaca más o menos estricta. Pienso por ejemplo en el cine de Pupi Avati. Con lo que el aspecto terrorífico y el policíaco están muy hermanados.

ATXEIN dijo...

Bueno Giallo, Amarillo en Italiano, saliò de una serie de libros policiacas de Mondadori y que la crìtica uso para definir a los thriller terrorìficos. Aunque creo que va algo màs allà.
Lo de setenteros es debido a que en esa dècada fue el auge del giallo, aunque segùn los "expertos" el gènero giallo apareciò en 1962 con la cinta de Bava "La muchacha que sabia demasiado" y acabò a principios de los 80.. aunque creo que siguen realizàndose giallos, aunque se perdiò la suciedad y la mala leche real de los fabulosos setenta.

A esta le tengo ganas, el giallo de esa època suele ser muy interesante, tanto para bien como para mal.

Saludos Tyla¡¡