domingo, 28 de diciembre de 2008

"Bone Sickness", de Brian Paulin


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Bone Sickness"/ Dirección, Guión, Producción, Montaje y Música: Brian Paulin/ Reparto: Darya Zabinski, Brian Paulin, Kevin Barbare, Griff Brohman, Brian Declercq, Rich George, Ernest Hutcherson, Lorna Hutcherson, Ruby Larocca, Anthony Menna, Cristopher P. Reilly. USA, 2004. COLOR. 98'

Uno de esos casos en que la ficha artística se la podría ahorrar uno. Porque el amiguete Brian Paulin es el artífice máximo de la película en casi todos los aspectos. Para bien y para mal. Es lo que tienen las creaciones de estas características, hechas con cuatro duros y recurriendo a "subvenciones" de los familiares y amigos, en forma de préstamos diversos a fin de que el proyecto salga adelante, tarde lo que tarde (en este caso, dos añitos de nada).

"Bone Sickness" es una serie Z que (por suerte, o por desgracia) no se avergüenza de ello. De hecho, aunque lo hiciera, tampoco variaría nada el resultado. Una trama casi inexistente acerca de la enfermedad misteriosa de un joven que requiere ser combatida con productos extraídos de discutibles fuentes (huesos humanos) y que se acabará saliendo de madre constituyendo la excusa perfecta para el consiguiente desfile de zombies cutres, gore a mansalva y toda clase de desvaríos.


Se trata pues, de un filme totalmente amateur, con interpretaciones que de tan patéticas resultan simpáticas (diría que en todo el reparto no hay ni un solo actor profesional). Y que al mismo tiempo, precisamente por ese carácter desprejuiciado y bisoño, acaba viéndose con una necesaria complicidad. O eso, o apagarla a los cinco minutos, claro. Ver "Bone Sickness" supone adquirir la certeza de que cualquier aficionado al terror más casposo puede convertirse en director de cine. Y eso mola. Supongo. ¿O no tanto? ¿Tal vez sólo cuando tienes quince años? ¿O ser aficionado al terror casposo implica que te ha de gustar TODO por narices para siempre jamás?

Lo que aquí se plantea es hasta qué punto una obra que no es más que el fruto de un hobby como el que cualquiera de nosotros podríamos poner en práctica con un grupo de colegas y familiares, y pertrechados con un par de cámaras, es suficiente como para constituir una creación artística distribuida para el consumo general, o para merecer una edición en DVD. Es como pretender que la filmación de la boda de un primo segundo pueda interesar a alguien más. ¿Alguien sería capaz de comprarla y de disfrutar con ella? Pues más o menos. Olvidémonos momentáneamente del género.

Porque ya no se trata de la falta de medios. De hecho, aquí existen los suficientes como para regalarnos un buen número de momentos sanguinolentos y francamente desagradables, dignos del gore más potente. Es más bien una cuestión de alarmante falta de capacidad artística. Que es lo que a la postre acaba prevaleciendo. Uno ve los primeros trabajos de gente como Sam Raimi o Peter Jackson y se ríe con la "cutrez" de todo ello, pero al mismo tiempo se da cuenta de que tras esas propuestas hay gente con un talento incipiente.


En el caso del regordete Brian Paulin, mucho nos tememos que si algún día pretende (en serio) dedicarse al asunto cinematográfico, lo lleva más crudo que los intestinos hechos con morcilla de Burgos que se comen sus zombies. El cine no es (o no debería ser) únicamente cuestión de voluntad y de echarle morro. Ni siquiera el cine de terror. Más que nada porque es hacerle un flaco favor, como género.

3 comentarios:

Igor Von Slaughterstein dijo...

Seguro que las chorradas que grabábamos de peques con los amigotes estaban más curradas que algunas de estas cintas "naturalistas" XD

Saludos y felicidades!!

Tyla dijo...

Igualmente, muchas felicidades Igor. :)

Sobre lo que dices, pues sí. Pero ya no es que cualquiera con una cámara y un poco de entusiasmo pueda hacerlo mejor que lo mostrado en "Bone Sickness".

Yo me refiero sobretodo a que hoy en día parece que dentro de este género "todo vale" y basta con tener ganas para hacer una película. Y no es así. Hace falta talento. Talento que no tendremos ni tú ni yo, pero tampoco lo tiene el tal Paulin, que se limita a escenificar una serie de secuencias sin ningún tipo de hilazón dramática y sin el menor sentido narrativo.

Creo que es necesario reivindicar el talento, o los críticos que habitualmente desprecian el género fantástico acabarán teniendo razón. Y creo que nadie quiere eso.

Covenant dijo...

El problemas es que hoy lo que vale es el "todo por la pasta". Da igual que tengas talento o no, si consigues alguien que te subvencione sacas la película sin importarte la calidad de la misma, por que solo piensan en los billetes verdes que pueden coger... mal va asi la cosa...

Saludos y Felicidades a todos