miércoles, 19 de noviembre de 2008

"Perturbado", de Danny Huston


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "The Maddening"/ Dirección: Danny Huston/ Guión: Henry Slesar y Leslie Greif/ Producción: Leslie Greif/ Fotografía: Nick McLean/ Montaje: Eric L. Beason y Roberto Silvi/ Música: Peter Manning Robinson/ Efectos Especiales: Bruce E. Merlin y John Patterson/ Reparto: Burt Reynolds, Mia Sara, Angie Dickinson, Brian Wimmer, Josh Mostel, William Hickey, Kayla Buglewicz, Candace Hutson, Angela Bomford, Darrell Fetty. USA, 1995. Color. 93'

Varios años antes de ponerse a hacer el payaso/vampiro persiguiendo a Josh Hartnett por la nieve en "30 Days Night", el hijo de John Huston (los hay con suerte) y ex-marido de Virginia Madsen (pero que mucha suerte), ya había hecho sus pinitos, en este caso tras la cámara, dentro del género de terror. Y fue a través de esta obra. Un producto más propio del mercado doméstico que otra cosa, incluso más propio de una época en que los telefilmes presentaban ciertos rasgos de interés y que en mitad de los noventa ya no tenían mucha razón de ser, en medio de los más tópicos melodramas familiares que han venido arrasando desde entonces hacia aquí, dentro de ese formato.

En "Perturbado" (nefasto uso del singular en la traducción), vemos a dos viejas glorias como Burt Reynolds y Angie Dickinson convertidos en una encantadora pareja de psicópatas (¿otra de psicópatas?) que convertirán una aparentemente inocente invitación a pasar la noche a dos incautas invitadas (madre e hija) a causa del recurrente coche averiado, en algo bastante horroroso.

La madre, por cierto, es otra vieja gloria (aunque eso sí, mucho más joven que las anteriores) como Mia Sara. Una de esas actrices que tuvieron sus cinco minutos de gloria, pero al sexto desaparecieron, echando al traste una prometedora carrera que al final parece haber quedado en agua de borrajas.


El planteamiento del filme no puede ser más maniqueo, tomando de aquí y de allá elementos facilones, todos ellos pertenecientes al estilo de historias como "Psicosis" o "La matanza de Texas", aunque con la novedad de que, en este caso, los tarados de rigor no presentan una apariencia sospechosa, sino que más bien se esconden tras unas formas presuntamente normales y corrientes, dando pleno sentido a la expresión: "familia disfuncional". Así, Burt Reynolds aprovecha presencia y mirada, ciertamente poderosas e intensas, para construir su personaje, mientras que Angie Dickinson también tiene ocasión de mostrarse de lo más desatada.

Mientras tanto, Mia Sara se erige en sufridora víctima de los anteriores y tratará de escapar de su encierro involuntario de las mil y una maneras posibles. No sin antes atravesar por situaciones a cual más inquietante y comprometida.

Se trata de uno de esos casos en que el peso específico de los actores, más por su presencia que por una verdadera demostración de talento, lo es casi todo. En otras palabras, esta misma película con otras caras más desconocidas y poco sugerentes, sería un bodriete en toda regla, sin ningún interés.

En cambio, de esta forma, sin ser un producto que pase de discreto, puede ser degustado como un entretenimiento mínimamente aceptable. Un producto, a pesar de su inicio falsamente prometedor y un par de momentos de cierta lograda inquietud, en el cual no conviene depositar demasiadas expectativas, en cualquier caso.

1 comentario:

kei dijo...

lo degustaré, aun a sabiendas que no pasará de aprobadillo.