viernes, 10 de julio de 2009
"Plaga final", de Regis Wargnier
FICHA ARTÍSTICA:
Título Original: "Pars Vite et Reviens Tard"/ Dirección: Régis Wargnier/ Guión: Ariane Fert, Harriet Marin, Julien Rappeneau, Lawrence Shore, Fred Vargas y R. Wargnier/ Producción: Cyril Colbeau-Justin y Jean Baptiste-Dupont/ Fotografía: Laurent Daillant/ Montaje: Yann Malcor/ Música: Patrick Doyle/ Efectos Especiales: Philippe Hubin/ Reparto: José García, Lucas Belvaux, Marie Gillain, Olivier Gourmet, Nicolas Cazalé, Linh Dan Pham, Michel Serrault, Nadine Alari, Sophie Aubry, Felicité N'Gijol, Jean-Gilles Barbier. Francia, 2007. Color. 110'
Más que un filme de terror, esta película de Wargnier (director de obras como "Indochina") viene a ser uno de esos thrillers con toques terroríficos que tan de moda se pusieron a partir de la segunda mitad de los noventa. Una moda que en Francia ya había dado muestras como "Los ríos de color púrpura", con Jean Reno. Y ahora esta "Plaga final", protagonizada por otro de esos actores hieráticos y duros, de ascendencia española, además: José García.
Tras un inicio en el que nos parece estar ante una de esas historias de tintes catastrofistas sobre infecciones mortales que se extienden, a partir de un cierto momento, la narración evoluciona de un modo casi descarado hacia lo que podríamos denominar un "folletín" de los de toda la vida, máxime cuando se trata de una producción francesa.
Un folletín en el que no faltan los villanos vengativos y desesperados, las persecuciones por los tejados y demás ingredientes habituales de este tipo de historias. Eso sí, trasladado a la actualidad.
José García interpreta al flemático policía que investiga diferentes muertes, aparentemente producidas por la peste, pero tras las que parece hallarse una sombra de trágica venganza. Y lo hace con esa frialdad típica de los clásicos prototipos galos, los Trintignant, Delon, etc. Una frialdad en ocasiones rayana en la inexpresividad, pero que al fin y al cabo refleja el carácter del personaje.
Wargnier imprime un ritmo muy vivo a la cinta, consiguiendo que el interés de la historia no decaiga, a pesar de que la evolución que sigue la trama contradiga lo que parecía ser una prometedora Serie A, para acabar en los mencionados terrenos de lo folletinesco. Con un desenlace, además, ciertamente descafeinado (sin duda, lo peor de la peli).
En todo caso, el interés del filme radica sobretodo en su carácter de entretenimiento eficaz. Con diálogos ágiles y un buen manejo del tiempo narrativo. Asimismo, también podemos disfrutar con la presencia de uno de esos rostros auténticamente clásicos de la cinematografía gala, como es el de Michel Serrault.
De cualquier forma, dista mucho de ser una de esas pelis que permanecen mucho tiempo en el recuerdo, una vez vistas. Es posible que si algo destacable ofrece, sea ese empeño en la puesta al día de los esquemas del folletín decimonónico, en el ámbito de un entorno actual y distinto al de los viejos escenarios del pasado. Al menos en ese sentido, merece un visionado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario