sábado, 7 de marzo de 2009

"Gothic", de Ken Russell


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Gothic"/ Dirección: Ken Russell/ Guión: Stephen Volk/ Producción: Penny Corke/ Fotografía: Mike Southon/ Montaje: Michael Bradsell/ Música: Thomas Dolby/ Efectos Especiales: Graham High e Ian Morse / Reparto: Gabriel Byrne, Julian Sands, Natasha Richardson, Timothy Spall, Myriam Cyr, Alec Mango, Andreas Wisniewski, Dexter Fletcher, Pascal King, Tom Hickey. Gran Bretaña, 1986. Color. 87'

No es demasiado habitual tener la oportunidad de contemplar dos visiones distintas de una misma historia, fraguadas en un (más o menos) corto espacio de tiempo. Sin embargo, en ocasiones sí ocurre. Y apenas un par de añitos antes de que Gonzalo Suárez se sacase de la chistera su magnífica "Remando al viento", en la que nos narraba los acontecimientos, (legendarios acontecimientos, podría decirse), acaecidos aquella célebre noche en Villa Diodati, el británico Ken Russell hacía lo mismo en esta película.

Mismo escenario, mismos protagonistas, misma historia... pero eso sí, estilo radicalmente distinto. Si en el filme de Suárez todo era sutileza y contención, poco de eso cabe esperar en el "Gothic" de Russell. Básicamente porque, si por algo se ha caracterizado la filmografía de este señor, es precisamente por su trazo grueso y bizarro, a la hora de narrar y dirigir.

Así pues, los elegantes Lord Byron, Polidori y el matrimonio Shelley, para Russell son seres geniales y atormentados, pero que lejos de exhibir su arrebatadora personalidad de un modo sugestivo y tácito, aquí se muestran como personajes "hipervitaminados" y decididamente histriónicos.


Un elenco de intérpretes, por cierto, más que atractivo. Con nombres del calibre de Gabriel Byrne, Natasha Richardson (espléndida como Mary Shelley), Timothy Spall o un Julian Sands que posiblemente aquí fue donde le hemos visto más cerca de lo que cabría considerar un verdadero actor.

La historia es sobradamente conocida. Grupo de autores, máximos exponentes del romanticismo inglés, reunidos en una tormentosa y agitada noche entre los muros de la aislada y gótica Villa Diodati, dando pie a una velada que, asimismo, será el germen de varias de las más célebres creaciones literarias del terror gótico y romántico, con la inmortal "Frankenstein" a la cabeza de todas ellas.

Al igual que en el filme de Suárez, Russell se dedica principalmente a situar a los personajes en un contexto fantasmagórico y alucinatorio, sólo que con mucho mayor énfasis en lo visual que el cineasta español, que lo centraba todo mucho más en los diálogos. De ahí que en esta "Gothic" la narración casi se limite a una suma de secuencias dantescas, que ilustrarán los miedos y las pesadillas de los escritores protagonistas.

Evidentemente, se trata de que el espectador entre en el juego chirriante y provocador que el director nos propone. De lo contrario, a la media hora ya estará cansado de las carreras de los personajes por las diversas estancias de la mansión, así como del interminable desfile de secuencias tan inconexas como llamativas, al ritmo que marca la partitura del otrora gurú de la New Wave británica Thomas Dolby.


Aunque personalmente considere "Remando al viento" como un filme bastante más satisfactorio y conseguido a nivel artístico, no le puedo negar a "Gothic" un irresistible encanto. Porque lo grotesco de muchos de los momentos de la peli, así como (a la postre) la coherente (dentro de su histrionismo) visión que Russell nos da del carácter de los personajes y de los acontecimientos que se suceden en torno a ellos, en el sentido de volcar en imágenes tangibles sus más enfermizas pesadillas personales y creativas, constituye una apuesta perfectamente legítima y disfrutable.

De todos modos, se hace casi inevitable recomendar el díptico que forman las dos películas, porque precisamente gracias a la distancia (casi abismal) que separa los universos de ambos cineastas, no deja de resultar la una complementaria de la otra. Puesto que tan creíbles son los protagonistas en su aspecto más sutil y decadente, como en el más exagerado y rocambolesco. Y una vez vistas ambas, si además le añadimos la visión literaria de Tim Powers en su estupenda novela "La fuerza de su mirada", puede decirse que tendremos casi al completo todo el panorama necesario para sumergirnos de lleno en aquella inolvidable y tormentosa (en todos los aspectos) velada de 1816.

8 comentarios:

Abuelo Igor dijo...

A mí la verdad es que siempre me ha gustado Ken Russell, quizá por mi tolerancia hacia el exceso. Pero además de eso, ese mundillo de los primeros románticos es exceso puro, y en mi opinión se refleja mil veces mejor en plan Ken Russell que en plan James Ivory.

Además de que, hablando de esta película, se tiene tendencia a creer que esas secuencias oníricas son sólo flipes del amigo Ken, pero, a poco que uno consulte las fuentes documentales sobre lo que sucedió aquella noche en Villa Diodati, se encuentra con que, por ejemplo, la visión de la mujer con ojos en lugar de pezones la tuvo realmente Shelley aquella noche.

Por cierto, no sé si la peli la habrás visto en plan mula o en la edición de aquí, que tiene una pinta horrible, porque, si uno se la quiere ver a lo legal, el DVD británico de zona 2 UK tiene audio y subtítulos en español y es anamórfico, aparte de que está a un precio de risa. Aviso a navegantes.

Quimérico Inquilino dijo...

Precisamente esa tendencia al exceso es la que me hace huir, por lo general de Ken Russell. Aun así, esta siempre me ha llamado la atención. A ver si, como sugieres, me animo a ver ese díptico con la de Gonzalo Suárez.
Por cierto, me ha apetecido premiarte en mi blog: http://madhouse-casadelocos.blogspot.com/2009/03/premio-simbelmyne-casa-de-locos.html
No sé, eres una de mis principales referencias cuando busco un comentario de un film y al fin y al cabo no compromete a nada XD
Un saludo, compañero!

cerebrin dijo...

Prefiero la versión de Suárez. Ésta la recuerdo con buenas ideas y buenas interpretaciones, pero tan excesiva como es habitual en Russell y un ritmo demasiado romo. De todas formas, haber si la recupero un día de estos.

Tyla dijo...

Bueno, sobre Russell, yo reconozco que también es una pequeña "debilidad". Además, en géneros como el terror parece como que los "excesos" puedan ser más perdonables, ¿no?

En todo caso, ¿cómo no sentir un placer culpable viendo cosas como "La pasión de China Blue", con aquel Anthony Perkins pasadísimo de vueltas como cura perverso o a Kathleen Turner en el momento más morboso y subyugante de su carrera?

Abuelo Igor dijo...

Siento dar yo la noticia, pero Natasha Richardson, que para mí "existía" casi exclusivamente por su papel como Mary Shelley en esta película, acaba de morir a los 45 años tras un accidente de esquí. Una verdadera lástima.

Tyla dijo...

Pues sí. Me lo has quitado del teclado. Estaba todo el día con la idea de ponerlo aquí, pero se me había ido el santo al cielo.

Justamente pensé en esta peli y en lo guapísima y acertada que había estado en este personaje en el momento en que saltó la triste noticia.

Descanse en paz.

lokacomotumadre dijo...

Hola, tengo que ver la peli, buen comentario

Erzebethina dijo...

Si entre una película como Gothic, espectacular desde el vamos por el trabajo de la imagen (a lo que en definitiva se reduce el cine), desmesurada, onírica, etc, etc. y otra que no sale de lo convencional elegís la segunda, aclaralo por favor desde el principio, así sabemos cuál es tu postura. Quizás leer la obra de Byron o de Shelley ayude más a la comprensión del film que un mero racconto biográfico.