miércoles, 23 de diciembre de 2009

"El piloto nocturno", de Mark Pavia


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "The Night Flier"/Director: Mark Pavia / Producción: Mitchell Galin, Richard P. Rubinstein/ Guión: Mark Pavia, Jack O'Donnell, según el relato "El aviador nocturno" (Night Flier) de Stephen King / Fotografía: David Connell / Música: Brian Keane / Montaje: Elizabeth Schwartz / Efectos especiales: KNB / Reparto: Miguel Ferrer, Julie Entwisle, Dan Monahan, Michael H. Moss, John Bennes, Beverly Skinner, Rob Wilds, Richard K. Olsen, Elizabeth McCormick, J. R. Rodríguez, Robert Casey, Ashton Stewart, William Neeley, Windy Wenderlich / USA, ITALIA. 1997. Color. 93'

Lo bueno que tienen las adaptaciones sobre obras de Stephen King es que hay tanto para elegir... De lo más excelso, a lo más lamentable, pasando por toda una serie de obras que no pasan del simple entretenimiento. Y también, por qué no decirlo, existen unas cuantas que merecerían una mínima reivindicación. Seguramente "El piloto nocturno" es una de ellas.

Filme que adapta un relato corto publicado en España dentro de la antología "Pesadillas y alucinaciones" y que, dentro del ingente número de relatos y novelas del autor estadounidense, nunca ha tenido demasiada consideración. Sin embargo, a pesar de no ser de lo mejor que ha escrito, sí contiene una serie de pequeños detalles que hacen que, al menos en lo que a su adaptación cinematográfica se refiere, ésta valga la pena.

Detalles que están como un mero trasfondo en el cuento y que Mark Pavia ha sabido ver muy bien en ésta, su primera y única película hasta la fecha.


"El piloto nocturno" nos narra los avatares de un descarnado periodista de sucesos interpretado por ese eterno secundario del cine americano llamado Miguel Ferrer, al que hemos visto en cientos de ocasiones y que siempre otorga a sus apariciones eso tan difícil de conseguir que se llama fiabilidad. Y que hace que a él (y a otros como él) se les llame una y otra vez para toda clase de papeles y papelitos, sabiendo que se apuesta sobre seguro. En esta ocasión, Ferrer ostenta un carácter protagónico y lo aprovecha francamente bien.

El relato de King, y por lo tanto la película, como muchas veces sucede con sus obras, explora una serie de universos, tanto interiores del personaje principal, como de la realidad actual, que a la postre acaban tomando parte de la propia peripecia terrorífica. Por cierto, que aquí el "monstruo de la función" puede ser perfectamente galardonado con el título de uno de los más excéntricos y pasados de vueltas de los surgidos de la imaginación del autor de Maine: nada menos que un vampiro que va por ahí con una avioneta.

Así, junto a una narración que nunca se separa de los territorios más reconocibles de la Serie B, "El piloto nocturno" también coquetea con cierto nivel de crítica feroz sobre los medios sensacionalistas. Y lo hace de un modo simpático. Sin cargar las tintas y sin perder nunca de vista que nos hallamos ante una obra de género, no ante un libelo de denuncia. En ese sentido, el "cabrón simpático" interpretado por Ferrer, constituye un hallazgo a resaltar.

Lo mismo puede decirse de esa relación tan "kingiana" que se establece entre protagonista y ente infernal, que aquí Mark Pavia también sabe reflejar de un modo más que aceptable.


Por lo demás, la película discurre por parámetros más o menos previsibles. Pero es en su tramo final cuando gana en consistencia. Todo el clímax terrorífico de la última parte del filme es lo que deja en el espectador un agradable sabor de boca. El que dejan los pasatiempos insustanciales, pero resueltos con oficio y respeto a las coordenadas más esenciales del género. Seguramente porque el material de base es un texto literario. Y eso suele llevar consigo el hecho de que el guión cinematográfico se preocupe mínimamente de contar algo con cara y ojos.

Desde luego, si se compara "El piloto nocturno" con varias de las cuantiosas chapuzas para la pequeña pantalla que se han hecho con creaciones de Stephen King, casi se la podría calificar como una muestra valiosa y a tener en cuenta. Ojalá todas alcanzasen este nivel. Y como película de terror, así hablando en genérico, es modesta pero simpática.

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