domingo, 27 de diciembre de 2009

"La décima víctima", de Elio Petri


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "La Decima Vittima"/ Director: Elio Petri/ Producción: Carlo Ponti/ Guión: T. Guerra, G. Salvioni, E. Flaianno y E. Petri, sobre un relato de Robert Sheckley/ Fotografía: Gianni Di Venanzo/ Música: Piero Piccioni/ Montaje: Ruggero Mastroianni/ Diseño de Producción: Piero Poletto/ Reparto: Marcello Mastroianni, Ursula Andress, Elsa Martinelli, Salvo Randone, Massimo Serato, Milo Quesada, Luce Bonifassy, George Wang, Evi Rigano. Italia-Francia. 1965. Color. 94'

Tras este título, que a muchos nos trae resonancias de la edad de oro del Pop español, encontramos un filme italiano de los sesenta que adaptaba un relato corto de Robert Sheckley (afamado especialista en CF). Y lo hacía en manos de Elio Petri. Un competente cineasta transalpino, bastante especializado en filmes de temática social y también tramas policiales.

Lo cierto es que algo de eso hay aquí. Pero en realidad, lo que se nos plantea es una trama típicamente futurista, con la "caza del hombre" como deporte institucionalizado y avalado por las autoridades, sin rehuír (como toda historia de CF humanista que se precie) todo un trasfondo de crítica social al papel de los medios de comunicación y de la indiferencia ante el crimen y la violencia.

Por cierto, que el guión de la adaptación lo firma alguien tan fiable como Tonino Guerra, un auténtico peso pesado. Y, por si fuera poco, dos rostros en los papeles protagonistas tan reconocibles y carismáticos, como los de Marcello Mastroianni, Elsa Martinelli y Ursula Andress.

Con todo este buen material de partida, la cosa podía dar mucho de sí. Pero lo cierto es que, vista a día de hoy, "La décima víctima", más que un thriller ultraviolento repleto de dramatismo, casi se nos antoja como un thriller cómico "de época". Obviamente, con "de época" no me refiero al habitual significado que se le otorga al término, esto es, ambientado en siglos remotos, con todo lo que supone de vestimentas, escenarios, etc. Aquí la época son los años 60, del reciente siglo XX.


Unos años 60 que, para bien o para mal (en este caso, para muy mal) lo llenan absolutamente todo. Desde una banda sonora auténticamente desquiciante, por lo omnipresente que se halla a lo largo de toda la película (en ocasiones molestando los propios diálogos de los personajes), pasando por una narración estética y formalmente pasadísima de rosca (casi deja en pañales, en cuanto a su "estridencia", obras como "Arabesco" o "Charada", por citar otro par de filmes netamente "poppies").

Total, que lo que podía ser una obra interesante y que plantease cuestiones que, por otro lado, más tarde retomarían con suerte dispar, otros cineastas y autores (la muerte como espectáculo televisivo, la caza del hombre como deporte...) aquí Elio Petri lo convierte en una suerte de vídeoclip kitsch que ni siquiera tiene la gracia de los Bond más "yeyés".

Ya no es por el hecho de revestir la narración de un tono pseudo-cómico, que al fin y al cabo, es un punto de vista tan válido como cualquier otro. Sino, sobretodo porque a la media hora la película ya ha dejado de interesar, al desvirtuar totalmente el aspecto de fondo, para abordar cuestiones más típicas de las comedietas de enredo tan en boga por aquel entonces.

En definitiva, si después de ver esto, a alguien todavía le quedan ganas de tragarse una ítalo-francesa de índole CF humanista, pero que de verdad nos muestre un mínimo de calidad, más le vale irse a buscar cosas mucho más presentables, como "Los viajeros del atardecer" de Ugo Tognazzi, o "Tratamiento de shock" de Alain Jessua. Películas bastante olvidadas y que de verdad merecerían ser rescatadas.

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