miércoles, 9 de diciembre de 2009

"Parásito", de Charles Band


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Parasite"/ Dirección: Charles Band/ Guión: A. Adler, F. Levering y M. Shoob/ Producción: C. Band/ Fotografía: Mac Ahlberg/ Montaje: Brad Arensman/ Música: Richard Band/ Efectos especiales: James Kagel/ Efectos visuales: Stan Winston/ Reparto: Robert Glaudini, Demi Moore, Luca Bercovici, James Davidson, Al Fann, Tom Villard, Scott Thomson, Cherie Currie, Vivian Blaine, James Cavan, Freddie Moore. USA, 1982. Color. 84'

Que los ciclos son algo que también está presente en el cine y, más concretamente, en el cine fantástico y de terror, es muy evidente. Así, del mismo modo que en los cincuenta tuvimos a "artesanos de la caspa" como William Castle o Ed Wood, también con posterioridad pudimos "disfrutar" de la capacidad (aquí no sé si poner comillas o no) de cineastas como Fred Olen Ray, David Decoteau o el que hoy nos ocupa: el incansable productor-director-guionista Charles Band.

Pues bien, esta "Parásito" es una muestra más del quehacer cinematográfico de este señor, que ha estado involucrado de un modo u otro en innumerables subproductos de las últimas décadas, de entre los cuales sagas como "Puppet Master" o "Subespecies" serían escasos ejemplos, pero lo suficientemente significativos. Ahora bien. Podría decirse que, siempre dentro de los márgenes más comprensibles de este contexto artístico, "Parásito" se trata de una de sus obras más disfrutables.

Un científico "parasitado" por su propio invento (esto es: un bicho muy feo, muy viscoso y con muchos dientes) tratará de "desparasitarse" en un entorno hostil (de cariz post-apocalíptico), no sin antes, tener que lidiar con distintas clases de amenazas, de las cuales el bicho tan sólo será una de ellas.

Y es que Band aprovecha distintas corrientes formales y argumentales de la época para pergeñar su peliculita. Empezando por la moda de los "aliens" aficionados a introducirse dentro de la gente y a salir por los sitios más insospechados, para continuar con las tramas en escenarios post-apocalípticos con bandas ultraviolentas y costrosas.


De todo ello se sirve el director, así como de la presencia de una jovencísima Demi Moore en uno de esos papeles que seguramente habrá intentado la actual Sra. Kutchner borrar una y otra vez con tippex de su particular currículum, sin éxito (el tippex no funciona con la IMDB). También anda por ahí, tras los efectos visuales, el gran Stan Winston (ironías de la vida), en el mismo año de su participación en algo tan radicalmente distanciado de "Parásito", en cuanto a calidad, como es "La cosa".

Por entre semejante mezcolanza en ocasiones hasta el propio Band parece despistarse en más de un momento, no sabiendo muy bien si le interesa más una de las vertientes del argumento, o bien la otra. Hasta que llega un punto en que el espectador se pregunta: "pero bueno, ¿y el parásito, qué?". Y es entonces cuando reaparece el bicho en cuestión, para no volver a irse hasta el final de la peli.

Total, que nos hallamos ante la enésima serie Z dirigida única y exclusivamente al degustador más consciente de (anti)delicatessen ochenteras que no sólo no pierde el tiempo en buscarle los defectos a un filme al que (por otro lado) costaría mucho más encontrarle algún acierto, sino que es perfectamente capaz de disfrutar de esta clase de productos. Hombre, la verdad es que, bien mirado, entre esto y el enésimo remake de Hollywood, pues casi que me quedo con la autenticidad del cartón piedra de Charles Band.

No hay comentarios: