viernes, 11 de diciembre de 2009
"Ouija: el Ritual", de Mark L. Smith
FICHA ARTÍSTICA:
Título Original: "Séance"/ Dirección y Guión: Mark L. Smith/ Producción: Suzanne Lyons y Kate Robbins/ Fotografía: Geoffrey Schaaf/ Montaje: Gregory Hobson/ Música: Vincent Gillioz/ Dirección Artística: Dustin Gabriner/ Efectos especiales: Richard Miranda/ Reparto: Kandis Erickson, Bridget Shergalis, Tori White, Chauntal Lewis, Brandon Smith, Jack Hunter, Emily O'Brien, Joel Geist, A.J. Lamas, Adrian Paul, Ruby Garson, Andrew Welsh, Mike Kimmel. USA, 2006. Color. 84'
Engendro que muestra bien a las claras el actual estado del género. Un pequeño y modesto batiburrillo de influencias que dan como resultado una de esas películas que uno, aunque se siente a verla con el ánimo de olvidarse de todo por un rato en compañía de los colegas, al final acaba o bien entre bostezos y viajes a la cocina a por más palomitas, o directamente pasando de la peli y hablando de cualquier otra cosa. De cualidades artísticas, ya ni hablamos.
Y eso que el inicio no pinta del todo mal. De hecho, la narración va al grano desde el primer momento. Y el planteamiento inicial casi nos retrotrae a la época dorada del slasher ochentero, con el edificio de una facultad como escenario de la acción y el consabido grupo de adolescentes como protagonista.
Eso sí, una vez da inicio la historia, enseguida nos vienen a la mente otra clase de referencias: las del terror oriental tan en boga. No en vano, "Ouija: el Ritual" no pasa de ser una tópica historia de fantasmas (con forma de niña pequeña, para más datos) que se aparece de vez en cuando para reclamar atención acerca de su muerte y las causas que la propiciaron. Por cierto, el nombre de la niña también se las trae: Cara Furia. Que vale, que sí, que es italiana. Pero de ahí a ponerle un nombre que más bien parece de caballo de carreras...
En fin, a lo que vamos: además de la niña, más fantasmas que irrumpen de repente, personajes a cual más maniqueo y patético (el jovencito con tendencias depresivas, el gamberrete salidorro...) y un claro desequilibrio entre las actitudes de los protagonistas, que al verse tan de repente sacudidos por los acontecimientos, pasan del miedo al cachondeo y viceversa sin ningún sentido. Nula progresión narrativa.
Para colmo, en cuanto al aspecto intrigante de la trama, el espectador siempre va cincuenta pasos por delante de los personajes, de ahí que uno asista al desarrollo de la historia con franca desgana. Por lo demás: sustitos recurrentes, poca sangre y menos chicha, cinematográficamente hablando.
Es cierto que no deja de ser una ópera prima y que el tal Mark L. Smith se ha revelado después como un guionista no del todo chusco ("Habitación sin salida", o el último proyecto de Joe Dante, "The Hole", aún por llegar a estos lares). Pero a tenor de lo visto aquí, uno no apostaría demasiado a que la carrera de este señor vaya a dar mucho de sí.
Por si alguien se pregunta acerca del protagonismo de la "ouija" del título en castellano que se le ha puesto a la película, pues es casi anecdótico. "Séance" (título original de la misma) es un artefacto que se desinfla a los quince minutos y no para de dar vueltas sobre sí mismo hasta desaparecer sin dejar ningún rastro y mucho menos huella en el espectador. Ni siquiera valdría gran cosa como telefilme.
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