domingo, 4 de mayo de 2008

"Alianza macabra", de Tobe Hooper


FICHA TÉCNICA:

Título Original: "The Mangler"/ Dirección: Tobe Hooper/ Guión: Stephen David Brooks, Harry Alan Towers y T. Hooper/ Producción: Anant Singh/ Fotografía: Amnon Salomon/ Montaje: David Heitner/ Música: Barrington Pheulong/ Efectos especiales: Max Poolman/ Reparto: Robert Englund, Ted Levine, Daniel Matmor, Jeremy Crutchley, Vanessa Pike, Demetre Philips, Lisa Morris, Vera Blacker, Ashley Hayden, Danny Keogh, Ted Le Plat, Todd Jensen. USA, Australia, Sudáfrica. 1995. Color. 101'

"Alianza macabra" nos cuenta la historia, basada en un relato corto de Stephen King, de una máquina prensadora poseída por el diablo que, inducida por Freddy Kruegger, comete los más horribles crímenes. Crímenes que serán investigados por el psicópata de "El silencio de los corderos".

En esencia, ésa es la trama. Y joder, contada así, parece algo interesante. Pues el resultado da bastante asquito. Pero no por la cantidad de sangre y vísceras que Hooper nos muestra, que alguna hay, sino por lo mediocre que acaba siendo todo ello.

Si hace unas semanas, a propósito de "Mortuary", resaltábamos el bajo momento de forma de Hooper en estos últimos quince o veinte años, después de ver esta "Alianza macabra" no se puede hacer otra cosa que reafirmar dicha idea. Y pensar que hace unos meses cuando vi "The Toolbox Murders" pensaba "no es el que era, pero tampoco está acabado". Creo que ahora sí he perdido definitivamente la fe en este cineasta. Más aún después de saber que su próximo proyecto es la adaptación de otra obra de Stephen King. Nada menos que "Buick 8", que pasa por ser una de las peores novelas del autor. ¿Cómo puede salir algo bueno de ahí? Y eso que, en un principio, dos nombres como los de Hooper y King deberían ser sinónimo de calidad. Una pena.

En fin, centrándonos en esta película, cuyo título original es "The Mangler", hay que decir que el punto de partida no es del todo malo. Se nos introduce en una vieja y lóbrega fábrica, con su correspondiente plantilla de operarios, sudando la gota gorda entre máquinas pesadas y mugrientas. En principio un ambiente proclive a poder suscitar una narración con bastante jugo.


Sin embargo, es justo en el momento en que aparece el villano principal de la historia (dejando aparte a la máquina) cuando queda en evidencia la endeblez de todo. Un Robert Englund, que interpreta al jefe de la fábrica, totalmente pasado de vueltas, incapaz de suscitar inquietud alguna (más bien bostezos) y cuya forma de desenvolverse echa por tierra de manera lamentable la imagen de icono terrorífico que alguna vez tuvo. En honor a la verdad, no es suya la culpa, sino seguramente del propio personaje que interpreta. En todo caso, penoso. El típico villano de rasgos diabólicos que está más visto que el tebeo y que posee más apariencia de caricatura que de otra cosa. Yo me supongo que este señor en un momento dado se llegó a creer el Boris Karloff de la segunda mitad del siglo XX. Y a partir de ahí, se dedicó a ejercer como tal.

Imagino a un joven Stephen King, trabajando en una lavandería para poder sacar adelante sus estudios de literatura, pertrechado con un cuaderno y bolígrafo, escribiendo este tipo de cuentos a ratos perdidos. Con toda seguridad, el convertir a una máquina industrial en un artefacto diabólico constituía la manera más fácil de vengarse de aquella forma de vida. Aún estaba lejos de convertirse en un autor multimillonario y reconocido y, de hecho, el argumento no deja de resultar divertido. Hasta el punto de que el relato en sí, no estaba nada mal, en aquella gran antología llamada "The Night Shift".

Pero claro, para lograr un largometraje con cara y ojos a partir de un relato corto y máxime si el cineasta encargado de ello está muy lejos de su mejor momento, hace falta algo más que suerte. Y Hooper no la tiene. Lo cual convierte este filme en un subproducto indigno del autor de "La matanza de Texas" o "Lifeforce". Incluso de obras menores pero tan simpáticas como "La casa de los horrores".

"Alianza macabra" es una película aburrida, plana, con factura de telefilme barato, sin nervio ni atmósfera. Que ni siquiera cabe disfrutar como (involuntaria) comedia, a causa de lo tediosa que resulta.

Es, en definitiva, una mancha más en la trayectoria descendente del antaño consistente y respetado director tejano. Me pregunto, independientemente de las posibilidades o de la calidad de los mimbres que se manejen, cómo un cineasta puede llegar a perder el pulso de esta manera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Tyla.

La verdad es que esta película le quedó bastante rarita al bueno de Hooper, pero yo le tengo cariño, como a todo lo que ha hecho. Me hace gracia la interpretación de Ted Levine (hay que verla en versión original) y aunque resulta algo tediosa, yo si creo que tiene una atmósfera interesante, irreal, y un sentido del humor muy marciano.

Tyla dijo...

¿Qué tal, Carlsen?

Yo a Hooper también le tengo cariño. Pero eso no quita para que últimamente esté perdidísimo. Y sus últimas pelis me parecen indignas de él.

Igual si no fuesen suyas, sería más indulgente con ellas, no lo sé.