sábado, 10 de mayo de 2008

"Raging Fury", de Douglas Grossman


FICHA TÉCNICA:

Título Original: "Hell High"/ Dirección: Douglas Grossman/ Guión: Leo Evans y D. Grossman/ Producción: David Steinman y D. Grossman/ Fotografía: Steven Fierberg/ Montaje: Greg Sheldon y Claire Simpson/ Música: Chris Hyams-Hart y Rick Macar/ Efectos especiales: Wilfred Caban/ Reparto: Christopher Stryker, Maureen Mooney, Christopher Cousins, Millie Prezioso, Jason Brill, Kathryn Rossetter, J.R. Horne, Daniel Beer. USA. 1989. Color, 79'

Y puntualmente a su cita, aquí tenemos el bodriete de la semana.

Una cosa bastante cochambrosa, que desde su mismo prólogo apunta a slasher tópico, pero que, conforme avanza, se convierte en una de esas historias sobre violaciones y venganzas, más adscritas a una década atrás (la peli es del 89).

No es en la mezcla de influencias donde flaquea la película, puesto que de hecho, una mezcla así pero bien llevada, podría haber dado bastante de sí. Lo que ocurre es que, además de que el director no es capaz de elaborar nada consistente a partir de dichos ingredientes, también encontramos secuencias de relleno de manera continuada. Que no aportan absolutamente nada, ni permiten mantener la tensión que presumiblemente hace concebir la trama.

Argumento que viene a resumirse en: profesora que siendo niña provocó la muerte accidentalmente a una joven pareja y que a su vez es asaltada siendo ya adulta por algunos de sus alumnos, que invirtiendo los papeles, pretenden castigar a la maestra.

¿Qué ocurre? Pues que una línea argumental tan fina como ésa, precisa de un director que sea capaz de mantener la suficiente intensidad narrativa como para que dicha línea no se tuerza. Y Douglas Grossman, que por cierto, no ha tenido una carrera especialmente larga (cosa que visto lo visto, no me extraña en absoluto), se muestra incapaz de ello.


Por un lado, tenemos a los alumnos, que son un pelín más gamberros de lo que suele ser habitual en estos casos, puesto que incurren en comportamientos claramente delictivos. O sea, que en cuanto a dichos comportamientos, son más pandilleros macarras que simpáticos adolescentes salidorros. Lo que ocurre es que se pasan el rato haciendo la clase de comentarios estúpidos y absurdos que caracterizan a los segundos, en lugar de transmitir la sensación de peligrosidad de los primeros. Cosa que incide en la mencionada falta de tensión dramática, amén de una total ausencia de credibilidad.

Por otra parte, hay muertes y hay sangre, sí. Pero contado todo ello con una evidente carencia de talento. Muy rutinario y sin la más mínima capacidad de perturbar. Y, desde luego, los actores tampoco brillan por su capacidad interpretativa.

Con todo, el filme no presenta una factura formal en exceso desmañada. Es más bien débil en cuanto a la indefinición de su tono, no decantándose en ningún momento por una intención adulta, o de índole juvenil. Por compararla con otra mucho más cercana en el tiempo, "Secuestrando a la Srta. Tingle", emparentada con ésta aunque de un modo tangencial en cuanto a cuestiones argumentales, la de Kevin Williamson era mucho más consciente de a qué tipo de público iba dirigida.

Si a todo ello añadimos la anteriormente mencionada falta de continuidad, provocada por la sobreabundancia de secuencias que nada aportan, pues el producto final no puede más que consistir en ochenta minutos de aburrimiento casi ininterrumpido. Si se pudiese hacer un símil con un artefacto mecánico: Grossman tiene buenas herramientas y sabe cómo funciona cada una de ellas, pero se muestra incapaz de construir algo atractivo ni funcional.

2 comentarios:

Igor Von Slaughterstein dijo...

Me ha encantado tu blog!! A favoritos!! ;)

Realmente se descubren por aqui películas interesantísimas, además de las estupendas reseñas de las más conocidas.

Saludos!!

Tyla dijo...

Muchísimas gracias.

Oye, pues lo mismo digo del tuyo. Me parece interesantísimo y estaré muy pendiente de él.

Saludos!