viernes, 15 de agosto de 2008

"Santa Sangre", de Alejandro Jodorowsky


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Santa Sangre"/ Dirección: Alejandro Jodorowsky/ Guión: Roberto Leoni, Claudio Argento y A. Jodorowsky/ Producción: Claudio Argento, René Cardona Jr. y Angelo Jacono/ Fotografía: Daniele Nannuzzi/ Montaje: Mauro Bonanni/ Música: Simon Boswell/ Efectos Especiales: Marcelino Pacheco/ Diseño de Producción: Alejandro Luna/ Reparto: Axel Jodorowsky, Blanca Guerra, Guy Stockwell, Thelma Tixou, Sabrina Dennison, Adan Jodorowsky, Faviola E. Tapia, Teo Jodorowsky, María De Jesús Aranzábal, Jesús Juárez, Sergio Bustamante. Mexico-Italia, 1989. Color. 118'

¿Cómo situar al espectador al empezar a hablar de una película como ésta? Filme bizarro, excesivo, grandilocuente, extraño, visceral... inclasificable, en suma. Jodorowsky se ha prodigado poco tras la cámara, pero cuando lo ha hecho, siempre ha sido para dejar patente que lo suyo no eran meros divertimentos de uno de esos artistas multifacéticos que hacen cine simplemente por sumar otra disciplina más a su poliédrica trayectoria. Así, de igual manera que "El Topo" era mucho más que un western, o "La Montaña Sagrada" era mucho más que una mera historia de fantasía, también "Santa Sangre" trasciende de su presumible y en este caso acomodaticia etiqueta de giallo.

En cualquier caso, ese esquema mental es el primero que a uno le viene a la cabeza. Al fin y al cabo, se trata de una co-producción con Italia y un miembro del clan Argento se halla en dichas tareas, en concreto el hermano de Dario, Claudio.

Pero como digo, nos engañaríamos si buscásemos en "Santa Sangre" un giallo al uso. Y eso que ha habido a lo largo de la historia de este pequeño gran subgénero excelentes y ricas variaciones, pero lo que Jodorowsky plantea aquí, va mucho más allá.

Tras esta película, además de un tratamiento fastuoso y un inteligente aprovechamiento de cierta imaginería religiosa centroamericana, amén del hermoso realismo mágico de célebres autores latinoamericanos, encontramos otra clase de influencias puramente cinematográficas. Desde Fellini hasta Buñuel, por citar algunas de las más evidentes, con el surrealismo como ingrediente fundamental.


Pero "Santa Sangre" no es un filme de argumentos cerrados, ni siquiera una película de actores. Es sobretodo una historia iniciática. Una especie de viaje por un particular universo creativo, con figuras más o menos reconocibles, como los ambientes circenses, de ferias de monstruos, amén de aditamentos revestidos de intriga psicológica. Y otras muchas cosas.

Se trata de una de esas obras acerca de las cuales se hace arduo comentar nada que la describa, para alguien que todavía no ha tenido ocasión de verla. Puesto que, por mucho que toda la gama de influencias y aspectos referenciales puedan resultar más o menos reconocibles e ilustrativos, lo que cuenta es la plasmación efectiva de todo ello.

Jodorowsky no busca una creación cerrada, no busca una obra cinematográficamente consistente, de la cual se pueda hablar en términos formalmente académicos. El espíritu de su película es mucho más afín a la clase de obras que últimamente nos ha regalado David Lynch, por ejemplo. Ideas trasladadas al celuloide, que más que un todo, persiguen un estímulo instántaneo, o mejor, una suma de estímulos, cuyo resultado final podrá ensamblar (o no) el espectador en su cabeza.

Dicho lo cual, por supuesto que hay un esqueleto narrativo. Y en absoluto se trata de una obra ardua o ininteligible. Asistimos a la trayectoria vital de un muchacho cuya vida se origina en un espectáculo circense, con toda la serie de personajes que dan color y alma a ese ambiente, pero cuya existencia da un vuelco, provocándole la entrada en un estado psicológico alterado de forma permanente, con total influencia de la figura materna. A partir de ese momento, tanto su devenir, como el de esos seres y circunstancias que le rodean, irán evolucionando y componiendo un fastuoso mosaico de pasajes narrativos, a cual más vistoso.

Por cierto y hablando de pasajes narrativos, una de los aspectos más interesantes del filme es su ritmo. La curiosa combinación de narración eminentemente visual, casi con total ausencia de diálogos, con otros momentos más hablados, necesarios para mostrar la evolución de los personajes y de la propia historia. El resultado de esa peculiar composición narrativa, proporciona una estructura casi musical.


Total, que si uno es capaz de sentirse atraído por el juego estimulante y provocador que Jodorowsky propone aquí, en la que, al fin y al cabo, es tal vez su película más accesible, encontrará con toda seguridad sobrados motivos de disfrute. Y aunque no logre conectar del todo con la profusa cantidad de elementos y aspectos que se nos proponen, sí al menos habrá obtenido la satisfacción de toparse con una obra distinta y genuinamente valiosa.

1 comentario:

Igor Von Slaughterstein dijo...

Una película muy personal que peca de hermética a veces, pero con momentos muy disfrutables. Lo bueno de cintas como esta es que no dejan indiferente.

Saludos!!