domingo, 10 de enero de 2010

"Cuando llama un extraño", de Simon West


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "When a Stranger Calls"/ Director: Simon West / Productores: Paddy Cullen, John Davis, Wyck Godfrey y Ken Lemberger/ Guión: Jake Wade Wall / Fotografía: Peter Menzies Jr. / Música: James Michael Dooley / Montaje: Jeff Betancourt / Diseño de Producción: Jon Gary Steele / Efectos Especiales: Garth Steinheimer/ Reparto: Camilla Belle, Tommy Flannagan, Katie Cassidy, Tessa Thompson, Brian Geraghty, Clark Gregg, Derek De Lint, Kate Jennings Grant, David Denman, Lance Henriksen/ USA. 2006. Color. 87'

Directamente de la "churrería" hollywoodiense: otro remake. A veces uno no lo puede evitar y tiende a ser optimista y positivo, esperando ver si por casualidad "esta vez sí" ha salido algo aprovechable de una vieja idea. Entonces se les echa un vistazo a los artífices del filme en cuestión, a ver si hay motivo más o menos fundado para la esperanza. En el caso de "Cuando llama un extraño", nos encontramos a Simon West como responsable. ¿Qué nos dice este nombre? En principio nos viene a la cabeza aquella película con John Travolta y Madeleine Stowe, llamada "La hija del General". ¡Ah, pues no estaba mal del todo! Sin ser una gran obra, sí se trataba de un filme entretenido y más que correcto, dentro de la comercialidad más estricta. ¿Qué más tenemos? ¡Ups! "Con Air" y "Lara Croft: Tomb Rider". Ahí ya hemos de torcer el gesto: cine de indudable gancho comercial, pero sin un ápice de garra, ni personalidad. En fin, vamos a dejarlo en suspenso por ahora, le daremos un margen de confianza.

Lo que sabemos del filme objeto de remake es que se trata de una de aquellas películas pequeñas, que abundaban a finales de los 70 y principios de los 80, surgidas a raíz del éxito de las primeras obras de Wes Craven, John Carpenter, etc. Los llamados slashers, para entendernos. En este caso, no era un filme especialmente destacado, ni que haya dejado una huella imborrable entre los aficionados al género, pero sí gozaba de un cierto prestigio a un nivel modesto.

¿Qué encontramos en este remake? En primer término, una secuencia con cierto interés, generada a base de travellings y planos amplios, nos pone la miel en los labios. Parece que la cosa empieza bien. Se diría que se trata de un pequeño homenaje al filme original, por el modo en el que dicha secuencia está planteada. Al mismo tiempo, West consigue situarnos en el tipo de escenarios en los que se va a desarrollar la película. O eso parece. Lamentablemente, no va a ser así. El arranque no es más que un espejismo, como comprobaremos un rato después.


Enseguida se nos presenta a la protagonista. La típica jovencita estadounidense, alumna de instituto de quince años, interpretada por una chica de más de veinte. Nada nuevo bajo el sol.

A partir de ahí, el filme discurre por los previsibles cauces de este tipo de historias. Pero ya hay algo que nos pone la mosca detrás de la oreja. Presumiblemente la joven va a ser asediada y perseguida en una casa que casi parece una atracción de feria para dar miedo, por la cantidad de habitaciones, pasillos, rincones, oscuridades un poquito demasiado tópico, todo ello. ¿He dicho "tópico"? Bien, he ahí la palabra clave para resumir este comentario. No se puede decir que West se ande con sutilezas, ni que se lo haya puesto nada difícil a sí mismo, a la hora de crear un ambiente propicio para los recursos más típicos del género.

En realidad, la película casi se diría que es una tesis ilustrada de las situaciones más manidas que se puedan imaginar, dentro de un slasher. Por citar algunas de ellas: una utilización del sonido caprichosa y llena de trampas, con pajaritos que surgen de repente en el momento menos pensado y hacen más ruido que una excavadora; un gato que únicamente aparece en dos ocasiones: la primera, para presentarse, y la segunda, por supuesto, para darle un susto de muerte a la pobre chica. Lógicamente, si el pajarito parecía una excavadora, las patitas del gato alcanzan un nivel sónico que ni los jumbos de la TWA. Ni qué decir tiene que el minino no vuelve a asomar las orejas en todo el resto de la película, ¿para qué? Así seguiría todo el catálogo de tópicos, que ya nos contaba aquel personaje de Scream, a modo de parodia, pero como todo el mundo los conoce, prescindiremos de ello. Parece que, definitivamente, la cosa se tuerce.

Pero es que por lo demás, el desarrollo de la trama tampoco puede ser más previsible. Y aún así, tratándose de un guión simple y sin recovecos, West incurre en un cierto número de incongruencias, a saber: ¿a quién está persiguiendo realmente el asesino?, ¿a la chica, o a los niños? Al final de la película no nos queda nada claro. Pero no es la única cuestión de ese estilo. En una historia como ésta, donde el teléfono es casi un personaje más, ¿por qué no se nos muestra desde el principio si el aparato que maneja la protagonista tiene localizador de llamada, o no?, ¿por qué la alarma de la casa funciona tan a su antojo? Es sabido que estas películas requieren de una complicidad por parte del espectador, en el sentido de no buscarle más pies al gato de los que corresponde, pero si tenemos en cuenta que el director no nos está ofreciendo mucho más que una dirección extremadamente plana, sin nada destacable, una utilización del espacio y del escenario rutinaria a más no poder, con situaciones tramposas y previsibles, etc., pues no podemos evitar mostrarnos un poco más exigentes y hasta algo indignados. ¿No será que nos estamos tragando un "bodriete" con todas las de la ley? Pues va a ser que sí.


No se puede decir casi nada positivo de esta nueva versión de "Llama un extraño". Un remake debe ofrecer algo más. O cuanto menos, alcanzar el nivel del original. De lo contrario, no vale para nada. Especialmente cuando se trata de readaptar una historia que ya de por sí no daba para mucho, que en su momento no pasaba de ser "una de tantas". En un caso así, el remake, por encima de si está más o menos conseguido, se hace sobre todo innecesario. Por eso hay tan poquitos que sean realmente satisfactorios.

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