domingo, 24 de enero de 2010

"Cuerpo maldito", de Eric Red


FICHA ARTÍSTICA:

Título Original: "Body Parts"/ Dirección: Eric Red/ Guión: N. Snider y E. Red sobre una novela de P. Boileau y T. Narcejac/ Producción: Frank Mancuso, Jr./ Fotografía: Theo Van de Sande/ Música: Loek Dikker/ Montaje: Anthony Redman/ Diseño de Producción: Bill Brodie/ Dirección Artística: Alicia Keywan/ Efectos Especiales: Joe Campana/ Reparto: Jeff Fahey, Kim Delaney, Lindsay Duncan, Zakes Mokae, Brad Dourif, John Walsh, Paul Ben-Victor, Peter Murnik, Nathaniel Moreau, Sarah Campbell, Andy Humphrey, Lindsay Merrithew, James Kidnie. USA, 1991. Color. 84'

Eric Red es un director y guionista estadounidense que, además de ser conocido (aunque sin exagerar) por su películas, se ha caracterizado sobretodo por participar en los guiones de otra directora, también estadounidense: Kathryn Bigelow. Con ella ha colaborado en títulos tan célebres como "Los viajeros de la noche" o "Acero azul". Sin duda, dos de las mejores obras de la Bigelow. Pero aquí, en "Cuerpo maldito", Eric Red es el primer y último responsable, a pesar de basarse en el texto original de una novela francesa y de haber escrito el guión en colaboración con otras personas.

Un guión que, por cierto, tampoco ofrece un argumento excesivamente novedoso u original. Conoceremos a un psicólogo criminal que, tras sufrir un aparatoso accidente de tráfico, consigue conservar la vida, no sin sufrir graves secuelas, siendo la principal de ellas la pérdida de uno de sus brazos. A todo esto, la doctora que le trata, le propondrá (o mejor dicho, a la esposa del accidentado, ya que él permanece aún inconsciente) la posibilidad de un injerto. Como no podría ser de otro modo, el brazo original pertenecerá a un asesino, con lo que la extremidad no tardará en manifestar vida propia y un comportamiento "poco apropiado".

Es decir, la enésima variante sobre el mito de Frankenstein, los mad doctors que experimentan con miembros humanos, etc. Ni siquiera en la época actual es una idea tan novedosa, ya que sin ir más lejos, Oliver Stone contó algo si no idéntico, sí bastante similar en "La Mano", de 1981, no siendo ni mucho menos el único en abordar este tipo de historias.


En esta ocasión, el brazo no "funciona" solo como le ocurría al pobre Michael Caine en la peli de Stone, pero sí influye de forma decisiva en la psique de su nuevo propietario. Un personaje interpretado por Jeff Fahey, actor que por cierto, ya de por sí está dotado de unos rasgos faciales tirando a turbios.

En el apartado interpretativo también destacan las presencias de Brad Dourif y de la escocesa Lindsay Duncan en el papel de la doctora que efectúa la operación y que, como suele suceder en estos casos, esconde algo tras su aparentemente profesional comportamiento. Una Lindsay Duncan de la que todavía recordamos su papel de Dolphin Blue en la magistral "The Reflecting Skin", de Philip Ridley y que ha desarrollado la práctica totalidad de su carrera en Inglaterra, siendo "Cuerpo maldito" una de las escasas excepciones.

Realmente poco puede destacarse de este filme. Ni en positivo, ni en negativo. A pesar de funcionar como narración de horror, con unos muy correctos efectos especiales, resulta bastante previsible y tampoco parece que aproveche del todo las posibilidades que la idea principal ofrecía. No hubiera ido nada mal, sin ir más lejos, potenciar los aspectos más dramáticos de la misma. La factura final de la obra de Red es la de una serie B funcional, pero olvidable.

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