viernes, 26 de febrero de 2010

"Llamada asesina", de Christian Niby II


FICHA ARTÍSTICA:

Título original: "A Whisper Kills"/ Dirección: Christian Niby II/ Guión: John Robert Bensink/ Producción: Hans Proppe/ Fotografía: Arch Bryant/ Montaje: David Solomon/ Música: Charles Bernstein/ Diseño de Producción: Tom Wells/ Intérpretes: Loni Anderson, Joe Penny, June Lockhart, James Sutorius, Jeremy Slate, Joe Lerer, Martin Ponch, Robert Parnell, Kristopher Logan, Joe Knowland, Bernie Hern, Franc Ross, Morgan Upton. USA. 1988. Color, 93'.

Volvemos a los telefilmes, con dos auténticos pesos pesados de este tipo de películas: Christian Niby II en la dirección y Loni Anderson como protagonista.

La Sra. de Burt Reynolds interpreta a una empresaria de los medios de comunicación que se convierte en la principal sospechosa de una serie de asesinatos a los que precede una llamada telefónica amenazante con voz de mujer.

También encontramos a Joe Penny, típico guaperas del momento que nunca llegó a nada especialmente destacado como intérprete y que aquí ejerce de "machote" contrapunto masculino a la recauchutadísima Anderson. Ni que decir tiene, uno de los puntos álgidos de la peli es el momento en que ambos se enrollan.

De cualquier forma, "Llamada asesina" es un telefilme clásico de los ochenta, previsible y rutinario, aún dentro de su corrección. No se echa demasiado en falta la sangre, sencillamente porque no es nada habitual verla en productos de estas características.

¿Suspense? Pues tampoco demasiado. Especialmente si tenemos en cuenta que aquello que se supone constituye el mayor punto de interés del guión, es decir, la identidad del asesino o asesina, no es nada difícil imaginarlo.

En todo caso, Niby II ya demostró en numerosos episodios dirigidos para la televisión de series como "Luz de luna" que se le dan bastante bien los retratos románticos más o menos maduros. En ese sentido, aquí hay un interés evidente en los dos personajes principales, sin descuidar a tres o cuatro secundarios aceptablemente bien construidos.

Así pues, contemplar esta película como un telefilme del montón supone la postura más adecuada a la hora de enfrentarse a ella. Si por el contrario lo que se busca es una historia dura, tensa y que provoque inquietud, esperar algo así aquí es como buscar gore en una novela de Antonio Gala.

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