sábado, 6 de febrero de 2010
"El secreto de la momia egipcia", de Alejandro Martí
FICHA ARTÍSTICA:
Dirección: Alejandro Martí/ Guión: Vincent Didier y Julio Salvador/ Fotografía: Raymond Heil/ Música: Max Gazzola/ Intérpretes: Michael Flynn, Teresa Gimpera, Frank Braña, Catherine Franck, Jacques Bernard, Julie Presscott, Sandra Reeves, George Rigaud, Elizabeth Stephanovich, Martin Trevières, Richard Vitz. España-Francia. 1973. Color, 82'.
Si calificábamos "La perversa caricia de Satán" como una muestra de Fantaterror Hispano tirando a modesta, lo cierto es que la película de Martí, ya entraría dentro del siempre triste apartado de los bodrios con mayúsculas.
Un cineasta de escasa, cortísima trayectoria (tan sólo dos filmes como director en su haber) y un subgénero, como el de las momias, que aún habiendo sido muy escasamente tratado en nuestro país, sí tiene al menos un ejemplo bastante más digno en "La venganza de la momia", de Carlos Aured.
En lo que respecta a "El secreto de la momia egipcia" encontramos un argumento mínimo y un tratamiento del mito tirando a cutre. Para empezar, la momia en cuestión tiene más de vampiro que de momia propiamente dicha. Para continuar, el propio aspecto del "monstruo", que lejos de resultar inquietante o aterrador, con ese peinado a lo George Harrison y esa carita de no haber roto un plato (ni vendas, ni nada que se les parezca, siquiera) lo cierto es que provoca más hilaridad que otra cosa.
Por otro lado, las correrías del sirviente hipnotizado por el faraón redivivo detrás de jovenzuelas campestres para ofrecérselas a su amo acaban haciéndose tan repetitivas y se alargan tanto, que acaban ocupando un espacio intolerablemente extenso de la película.
A disipar el aburrimiento y la factura torpe y endeble de la cinta no contribuye tampoco el escaso nivel interpretativo de los actores, con caras conocidas (pero fatalmente aprovechadas) como las de Frank Braña o Teresa Gimpera. Eso por no hablar de un montaje que parece hecho por no ya un principiante, sino por un auténtico inútil, directamente.
En definitiva, nos hallamos ante uno de los peores productos facturados en nuestro país (en este caso, en coproducción con Francia) dentro del género a lo largo de su época dorada. Con el agravante de que se toma lamentablemente en serio a sí mismo, a través de un risible y patético intento por emular los esquemas de este tipo de narraciones al modo de la Hammer británica. Los resultados, como ha quedado dicho, son como para hacerle a uno mirar para otro lado.
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1 comentario:
Totalmente de acuerdo. Un bodrio y de los gordos. No obstante, tengo curiosidad por ver el montaje francés, pues gran parte de los fallos de la película que tu bien señalas, bien podrían ser debido al trabajo realizado para poder estrenarla en España. No te digo más que su título francés es "Perversiones sexuales", según parece...
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