miércoles, 9 de abril de 2008

"El lado oscuro del terror", de Gus Trikonis


FICHA TÉCNICA:

Título Original: "The Darker Side of Terror"/ Dirección: Gus Trikonis/ Guión: Al Ramrus y John Herman Shaner/ Producción: Bob Banner y Clyde Philips/ Fotografía: Donald M. Morgan/ Montaje: Ann E. Mills/ Música: Paul Chihara/ Reparto: Robert Forster, Adrienne Barbeau, Ray Milland, David Sheiner, John Lehne, Denise DuBarry, Jack De Mave, Thomas Bellin, Heather Hobbs, Eddie Quillan y Raye Sheffield. USA, 1979. Color. 91'

A lo largo de la década de los setenta, se facturaron en USA una serie de telefilmes más que agradables. A diferencia de ahora, donde lo que predominan son las historias "basadas en hechos reales" con vocación melodramática, elaboradas al más puro estilo "churros en serie" y las escasas aproximaciones al género terrorífico son ciertamente vergonzantes, en aquel tiempo toda una serie de buenos cineastas especializados en el fantástico se acercaron al medio televisivo. Un ejemplo sería John Carpenter, con su fabulosa "Alguien me espía" protagonizada por Lauren Hutton y Adrienne Barbeau.

Precisamente esta última es una de las protagonistas de la peli que nos ocupa. Barbeau era en aquella época una habitual del género, del mismo modo que el director Gus Trikonis. Y en este caso, nos presentan un filme tan modesto y claramente adscrito a la serie b, como entretenido y disfrutable.

Aunque no puede decirse que el tema de los "clones" o los "dobles" sea rabiosamente original, ya que siempre ha aparecido tanto en historias de terror como de ciencia ficción, sí que en esta ocasión resulta una buena disculpa argumental. Robert Forster, otro actor entrañable, interpreta a un científico que trabaja asociado a otro investigador ya veterano (interpretado por el gran Ray Milland, que a lo largo de toda la última etapa de su carrera, fue un habitual del fantástico) en estudios sobre la clonación. Una serie de circunstancias desgraciadas desencadenan el desastre: Forster es clonado y su doble toma su lugar.

Tenemos unas interpretaciones correctas, tampoco demasiado exigentes, en honor a la verdad. Es posible que el personaje del científico rival del protagonista, el malo de la función para entendernos, pudiese haber sido encarnado por un actor algo más carismático. Y el propio personaje en sí, no resulta del todo aprovechado. En cuanto a la realización, es plana y funcional, sin alardes.

Detrás de ese título, algo vago y facilón, la trama y su desarrollo recuerdan mucho a las típicas historietas de los antiguos comic-books de la EC. Y tiene ese mismo aroma añejo. Ello no es óbice para que haya un ligerísimo tono picante en algunas situaciones, fácilmente imaginables, cuando el doble hace acto de presencia en el hogar marital. En cualquier caso, no hay que esperar momentos de voltaje erótico, del mismo modo que tampoco hay sangre, ni violencia excesiva, o efectos especialmente llamativos y sórdidos. En ese aspecto, el medio televisivo impone sus reglas.

La película es modesta, como decía. Y como tal, debe ser disfrutada. Es cuestión de ponerse en la perspectiva del momento y ver que a efectos de llenar un espacio televisivo, colma las necesidades del aficionado. Ojalá hoy en día apareciesen en nuestras pequeñas "cajas tontas" productos así de entretenidos, en lugar de la tremenda cantidad de basura que nos asola.

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