jueves, 24 de abril de 2008

"Monstruoso", de Matt Reeves


FICHA TÉCNICA:

Título Original: "Cloverfield"/ Dirección: Matt Reeves/ Guión: Drew Goddard/ Producción: J.J. Abrams y Bryan Burk/ Fotografía: Michael Bonvillian/ Montaje: Kevin Stitt/ Efectos Especiales: Josh Hakian/ Reparto: Lizzy Caplan, Jessica Lucas, T.J. Miller, Michael Stahl-David, Mike Vogel, Odette Yustman, Anjul Nigam, Margot Farley, Theo Rossi, Brian Klugman, Kelvin Yu. USA, 2008. Color. 84'

Cuando algo se publicita, se recontrapublicita y se vuelve a recontrapublicitar... normalmente es porque ha costado muchísima pasta y hay que recuperarla a toda costa, o porque no se tiene demasiada fe en la calidad intrínseca del producto y es preciso arrastrar literalmente a las masas a que vayan al cine "a la fuerza", para recuperar en la primera semana todo lo invertido, antes de que empiece a funcionar el boca-oreja y el globo se desinfle.

El televisivo J.J.Abrams ha sido desde el principio el principal reclamo de este proyecto. Sus funcionales y "ultracools" productos para la pequeña pantalla, así como su excelente aportación a la saga "Misión Imposible" parecen una indudable garantía de calidad.

En todo caso, nadie puede negar que una historia de este estilo, a priori podía funcionar muy bien. Potencialmente, pues, resulta atractiva. Se trataba de conseguir un resultado acorde con tales expectativas. Máxime después de que las últimas aportaciones hollywoodienses a la serie de "bichos grandes" no resultasen del todo lucidas (el "Godzilla" de Emmerich, sin ir más lejos).

Aparte, para imprimir aún más el carácter novedoso de la propuesta, está el modo de contarla. Tan reciente en las retinas como tenemos "Rec", a los españoles esto no nos viene de nuevo, pero en USA debe haber impactado bastante el estilo "reporteril" cámara en mano y demás.

¿Tal vez dicho estilo ha sido elegido a fin de enmascarar una hipotética falta de confianza en una narración al modo clásico? Eso es algo que sólo los artífices del filme podrían contestar. Es uno de esos casos en que las formas pesan tanto como el propio Monstruo protagonista, y resulta imposible desligarlas del fondo. En todo caso, una vez planteada la idea, queda ver cómo ha quedado resuelta. Y en ese sentido, después de ver el resultado, uno no puede por menos que sentirse satisfecho.


"Monstruoso" es una buena película. Está bien planificada, resulta creíble, consigue contagiar plenamente al espectador del ambiente en el que se desarrolla y eso es fundamental para que una historia así funcione. Hasta el punto de que la presencia (en el más amplio sentido del término) del Monstruo, todo y ser importante, no resulta lo más destacado. Abrams (y en este caso Reeves) no son tontos y saben perfectamente que el público del siglo XXI es cualquier cosa menos ingenuo, de ahí que si lo que se pretende es despertar la inquietud que todo filme fantástico de esta clase persigue, más que conseguir un monstruo más o menos creíble, lo principal es conseguir un entorno verosímil, en el cual uno se pueda sentir afectado e identificado.

En cuanto a los aspectos técnicos, la iluminación de la película brilla con luz propia (valga la expresión). Sin renunciar a dibujar el "caos" en pantalla, no sólo las secuencias no resultan confusas, sino que poseen una fuerza expresiva innegable. Y el modo de presentar a la criatura es brillante, así como de transmitir las sensaciones que algo así puede producir en un ser humano que lo esté viviendo allí mismo, en el momento.

Bajo mi punto de vista, las debilidades de que puede adolecer un planteamiento como el de "Monstruoso", así como el de casi cualquier narración de implicaciones catastrofistas, obedecen a circunstancias como el modo en cómo evolucione la trama una vez ha estallado el drama propiamente dicho. Está claro que resulta obligada una "huída". Y lo más importante es que en ningún momento dicha huída se vuelva algo monótono, ni se pierda en intensidad. Por eso es tan apropiada la duración de la película, apenas una hora y cuarto (más créditos).

Del mismo modo, los orígenes y circunstancias de la criatura son lo suficientemente sugerentes y están lo suficientemente ocultos, como para permitir toda clase de elucubraciones, con lo cual los autores se ahorran dar muchas explicaciones y permiten que cada uno se forme su propia teoría. Más discutibles, me parecen en cambio, otras cuestiones, como esa extraña forma en que la "picadura" de la criatura afecta a las personas. Esto lo vemos únicamente en una secuencia, pero resulta tal vez efectista en exceso, puesto que tampoco tiene continuidad, ni aporta gran cosa, más allá de "librarnos" de uno de los personajes.

Asimismo, como se adivina casi inevitable, está el hecho de que la necesidad de contar la historia a partir de esa estructura en cuanto a soporte casero, provoca que la cámara protagonista se vea involucrada en situaciones algo rebuscadas, a fin de dar continuidad a la narración. Esto se nota especialmente en el tramo final. Por contra, en esa misma línea, hay decisiones muy acertadas, como el momento en que la cámara sube al helicóptero y eso nos permite la perspectiva aérea del bichejo. No es gratuito y consigue impactar.


Por poner algún otro "pero", aunque no sea una cuestión primordial en este caso, los actores no acaban de convencer. A diferencia de la mencionada y referencial para nosotros "Rec", de Plaza y Balagueró, en la que los intérpretes principales sabían hacerse cómplices de la cámara, en este caso a los de la película de Reeves se les nota excesivamente dependientes de ella, falseando en algún caso sus reacciones y expresiones.

En cualquier caso, "Monstruoso" cumple satisfactoriamente con su cometido, que no es otro que el de hacer pasar un buen mal rato, implicando notablemente al espectador. Además, con el añadido de que el final deja un muy buen sabor de boca. Y también vía libre a una apetecible secuela que, a título personal, me gustaría que incidiese menos en las relaciones entre los personajes (en ocasiones rayanas con el estilo del cargante Kevin Williamson) y algo más en las circunstancias que rodean al Bicho, que como ha quedado dicho es casi un acierto el ocultarlas en esta primera, pero seguirlo haciendo en la segunda sería un error.

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