martes, 1 de abril de 2008

"Los depredadores de la noche", de Jess Franco


FICHA TÉCNICA:

Título Original: "Faceless"/ Dirección: Jesús Franco/ Guión: René Chateau y Jesús Franco/ Producción: René Chateau/ Fotografía: Jean Jacques Bohuon y Maurice Fellous/ Montaje: Christine Pansu/ Música: Romano Musumarra/ Efectos Especiales: Jacques Gastineau/ Reparto: Helmut Berger, Brigitte Lahaie, Telly Savalas, Chris Mitchum, Stéphane Audran, Caroline Munro, Christiane Jean, Anton Diffring, Tilda Thamar, Howard Vernon y Florence Guérin. España-Francia, 1988. Color. 95'

El hecho de que al hablar de una película del Tito Jess, lo peor que se la pueda achacar sea algún agujero de guión, no deja de resultar paradójicamente positivo. Y es que, de entre la vasta (en este caso lo pondremos con uve) producción cinematográfica del prolífico cineasta madrileño, "Los depredadores de la noche" es, sin ningún género de duda, uno de sus filmes más aceptables.

Partiendo de la base de que el reparto es de los que quitan el hipo, para tratarse del tipo de producto del que estamos hablando, con figuras de tanto relumbrón como Helmut Berger, Telly Savalas, Stephane Audran, Caroline Munro, Howard Vernon, Anton Diffring, etc. muchas de ellas lejos de su mejor época, pero aún así, que dan prestancia al elenco. Partiendo de esa base, digo, tenemos además que el tema del "mad doctor" es una de las especialidades de la casa, a tenor de la cantidad de veces que Franco lo ha tratado a lo largo de los años. Baste mencionar a su conocido personaje del Dr. Orloff, que aquí aparece como papel secundario, casi un autohomenaje, de igual modo que su musa por excelencia, Lina Romay.

Todo ello, aparte de la propia experiencia acumulada tras la cámara durante tantos años, que forzosamente ayuda (este es un filme ya tardío en la carrera de Franco), contribuye a que la película mantenga un tono muy correcto, con unos efectos especiales y de maquillaje que, por añadidura, son hasta brillantes.


En ese sentido, el bajo presupuesto en esta ocasión no ha sido tan limitativo como en otras. Y seguramente gracias a ello, las muestras de sanguinolencia son abundantes y con buena factura. Sin olvidar una ambientación nocturna y urbana de cierta elegancia, muy de la época.

El argumento es previsible. Un doctor que experimenta con rostros de féminas a las que secuestra, para devolver la belleza a otra mujer. A partir de ahí: caras desfiguradas, doctores nazis metidos en el ajo, polis guaperas pero despistados, cabezas cortadas, ojos y agujas... y, naturalmente, generosas dosis de carne femenina.

Los agujeros de guión a los que aludía al principio vienen dados sobretodo en relación al papel del policía, que parece más una exigencia del tipo de historia que se cuenta (porque a la postre, bien poco aporta a la misma), amén de algún personaje femenino sin demasiado sentido (la enferma que descubre los manejos del doctor e inexplicablemente se empeña en hablar con él al respecto) y el propio desenlace, que pretende ser abierto pero en realidad acaba siendo más bien abrupto y como en falso.

Con todo, podemos hablar de una obra que seguramente constituirá una gozada absoluta para los fans del director y de un objeto de sana curiosidad para todos aquellos que pretendan acercarse a su figura, pero se hayan mostrado reacios hasta la fecha, a causa de la mala prensa que arrastra su cine.

3 comentarios:

cerebrin dijo...

Aún la tengo pendiente, algo totalmente incomprensible dada mi devoción por Caroline Munro, así que poco puedo opinar sobre la calidad de la misma. Eso si, por lo que citas de su argumento, parece otro remake inconfeso más de "Gritos en la noche".

Tyla dijo...

Algo así, pero en colorines y más explícita en todos los sentidos. Ya digo, a mí no me ha desagradado.

Abuelo Igor dijo...

Mala prensa, la de Franco, a menudo plenamente justificada. Pero claro, la verdad es que al tío Jess, aparte de aquella primera época en la que firmó cosas como "Gritos en la noche", "Cartas boca arriba" o "Miss Muerte", tengo que agradecerle el aprendizaje de lo que es realmente el mal cine, con mayúsculas, cursivas o lo que se quiera. Y es que cuando ahora oigo o leo a la gente tratar de basura inmunda a películas de hoy por trampitas argumentales o agujeros de guión bastante nimios, o por un estilo videoclipero de rodaje y montaje, o simplemente por salirse de los tópicos del cine comercial al uso, me imagino a tales comentaristas viendo alguna perla setentera u ochentera del amigo Jess y me sonrío para mis adentros...